El Geo Barents, el barco operado por Médicos sin Fronteras (MSF), desembarcó este sábado en el puerto de La Spezia (noroeste de Italia) a 237 migrantes rescatados en tres operaciones de salvamento por lo que podría recibir una sanción por parte de las Autoridades italianas. Tras el atraco, la delegada del Gobierno de esa región determinará luego de las investigaciones qué sanciones le corresponderán a la embarcación al rescatar a más de una embarcación antes de llegar al puerto asignado, algo punible según el último decreto migratorio del Gobierno italiano.
“No obstante, decidiré en conciencia y con la mayor serenidad y con la competencia que he madurado a lo largo de los años”, añadió la prefecta Maria Luisa Inversin en declaraciones recogidas por los medios locales. Después de varios días de navegación, el Geo Barents llegó a la costa de la región italiana de Liguria con 237 migrantes, entre ellos 87 menores, 74 no acompañados.
Tras socorrer a 69 migrantes en la tarde del martes, el barco recibió la autorización para atracar en el puerto de La Spezia, a cien horas de navegación de su zona de operaciones en el Mediterráneo central, debido a la nueva política del gobierno ultraderechista de Giorgia Meloni.
En su travesía hacia el norte localizó y rescató un segundo bote con 61 personas, entre ellas 13 mujeres y 24 menores, y luego a una tercera embarcación con 107 personas, entre ellas 5 mujeres y 36 menores.
Con tres rescates seguidos en su travesía hacia el norte, el Geo Barents habría violado las nuevas reglas introducidas por el Ejecutivo italiano sobre los barcos humanitarios, que obligan a recibir una autorización para actuar y a pedir el desembarco inmediatamente después del primer rescate.
A pesar de que desde Médicos Sin Fronteras defienden que su labor de socorro cumple el derecho internacional, el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, afirmó que se reserva el derecho de constatar si se han cometido infracciones. Esta asignación de puertos lejos de las zonas de rescate responde a una nueva estrategia del Gobierno para asignar puertos lejanos, de modo que los barcos deben dejar durante días la zona de salvamento y supone además un mayor gasto para las ONG.
El Gobierno asegura que se trata de una medida para aligerar la presión de la llegada de migrantes a los puertos sicilianos.
Según datos del Gobierno italiano, más de 3.900 migrantes han llegado a Italia en lo que va de año a través del Mediterráneo central, respecto a los 1.700 del mismo periodo del año pasado, mientras que fueron más de 100.000 los que llegaron a las costas italianas en 2022.
Con información de EFE