Fernando “Quena” Taborda presenta su nuevo álbum de estudio Bitácora y los hace al frente de una agrupación para nada tradicional -cuatro bandoneones, violín eléctrico, guitarra eléctrica, contrabajo y batería- y logra un sonido singular que abreva en varios géneros y se anima a despegarse de ellos sin complejos: lo que se presenta como tango se vuelve jazz, el jazz candombe; un sólo introspectivo se hace rock y no es otra cosa que la naturaleza de su música. Lo presentará (nuevamente) el viernes 30 de junio, a las 21 (Puerta 20:00 horas), en Rondemán Abasto (Lavalle 3177, CABA).
Taborda, transita una sonoridad de tango, pero no se ata a los cánones esperados, sino que desafía al género con la fusión de ritmos marcados con la percusión de una batería y pone su música a la luz los instrumentos no convencionales del género. Sin embargo, no los niega: siempre hubo percusión en el tango, sólo que ahora le sumó uno más adecuado.
En ese rumbo, la propuesta musical de Bitácora, toma forma musical y ofrece paisajes ciudadanos de un Buenos Aires actual y que puede caberle a cualquier ciudad de la Argentina y en otras. Se puede apreciar esos paisajes, confundidos con situaciones subjetivas como en Corriendo la Coneja o en Los Faros del Olvido o en Amor sin Piel.
Bitácora, es mucho más que una propuesta musical, es también un registro de los acontecimientos artísticos que vivió Taborda quien además de sus trabajos solistas tiene una extensa (e intensa) carrera como bandoneonista en varias agrupaciones de destacados artistas (Rodolfo Mederos, los recordados José Ángel Trelles y Alberto Cortez; Ariel Ardit, Lidia Borda, Miguel Poveda, Gilberto Santa Rosa, Daniel Melingo, Julio Pane, Daniel Binelli, Bernardo Baraj, entre muchos otros).
Este magnífico trabajo fonográfico, poblado de ritmos, cadencias y melodías ensambladas con buen gusto y que expone lo más profundo que pueda tener un artista: aquello que desea transmitir. Bitácora deja sin ropas a los sentimientos, la ternura, los sueños (algunos inalcanzables) y la emoción de un beso, la curiosidad que despierta una ciudad desierta.
Un viaje individual, pero al mismo tiempo colectivo, ya que más de uno se sentirá identificado y asociará la música del interprete, con el día a día. Un repertorio de temas que reflejan los estados de ánimo, la soledad y los deseos, pero sin perder la musicalidad tan particular que puede transformar en un acorde que un tango tenga los rasgos del jazz y “olor” a candombe y por qué no, llega en forma de línea tangente a un rock casi disimulado.
Sin complejos y sin ataduras, pero con mucho respeto y sin traicionar lo tradicional Bitácora llegó para marcar a fuego una tendencia musical dentro del tango que hace honor a su legado: la fusión de melodías, armonías e historia.
En diálogo con El Ágora, Taborda amplió lo conceptual de su obra.
¿Cómo fue creado Bitácora y desde donde tomó forma?
Siempre me desveló la pregunta ¿Cómo será la música de Buenos Aires en el 2020 ¿Que tocarán esos músicos? Y hoy escucho que la mayoría de los músicos de tango repiten y recrean músicas de hace 70 años o más. Esa pregunta me llevó a la necesidad de escribir nueva música. De tantas experiencias en formaciones musicales empezó a sonar en mi cabeza una música que no existía pero que, de algún modo, estaba ahí. Así nace la idea de hacer composiciones que reflejen al Buenos Aires de hoy. Para ello creé una especia de “Banco Creativo” donde iba volando todo tipo de ideas musicales sin pre conceptos estilísticos y con libre pensamiento creativo. Estas ideas fueron convirtiéndose en temas. Esos temas debían tener tres elementos CABEZA (reflexión) CORAZÓN (emotividad) PIE (danza) en un porcentaje parejo y a la vez conectados con las emociones que estamos viviendo para reflejar el hoy. A esto sumé en la búsqueda una sonoridad e instrumentación actual donde también tiene lugar la improvisación. Estos temas son registros, como diarios de vida donde aparecen los sueños, la incertidumbre, el amor, los deseos, lo universal, lo cotidiano, el encuentro con uno mismo y donde plasmo todo eso como en una bitácora que es justamente un registro.
Con los temas pasa lo mismo…
Como una bitácora de viaje cada tema es un diario de vida. Comenzando por “corriendo la coneja” que es una vorágine citadina con la constante información y digitalización que nos tiene anestesiados en el entretenimiento, tapando la naturaleza de la vida y sus valores. “Los sueños del pulpo” es romper con el confort y salir con energía a buscar nuestros verdaderos sueños y trabajar por ellos. “Besos lindos” es la historia de amor genuina donde nos encontramos. “Cuarentena” es un ostinato de la palabra cuarentena como los días que estuvimos encerrados pasando por una vorágine de estados. “Ciudad desierta” es un encuentro imaginario y fantástico entre Miles Davis y Juaquin Mora en la ciudad desierta: caminando solos, charlando, perdiéndose en una ciudad desolada cualquiera. “Amor sin piel” es el deseo de abrazar y querer desde lejos. “Los faros del olvido” son luces allá en lo profundo de nuestros sentimientos que siempre están y a veces recurrimos a ellas.
Que viene después de este encuentro con estas sonoridades…
En el fluír de las melodías, texturas y sonoridades que fui encontrando -o me fueron encontrando- también descubrí que una de las actitudes más interesantes e imprescindibles a la hora de crear es la de estar abierto a explorar cada idea desde múltiples ángulos. Esta es una postura en la que insisto hoy y a futuro. Pienso seguir ahondando en estos caminos -tal vez sinuosos- pero honestos con mi propia intuición y valores estéticos. Abierto a investigar, probar, aprender, incorporar y reformular en lenguaje propio aquello que resuene con mi búsqueda personal, tanto sobre lo que ya he creado como en otras músicas que ya estoy amasando. El único futuro por el que apuesto es el de la honestidad creativa: la que no mira modas ni mercados, sino inquietudes humanas y artísticas.
Los temas y los músicos
- 01.- Corriendo la coneja
- 02.- Los sueños del pulpo
- 03.- Besos lindos
- 04.- Cuarentena
- 05.- Ciudad desierta
- 06.- Amor sin piel
- 07.- Los faros del olvido
- 08.- Ciudad desierta 2053
Grabado y filmado en simultáneo en octubre de 2022 en los estudios Fort de la Ciudad de Buenos Aires. Ingeniero de grabación: Norberto Villagra- Asistente de grabación: Martín Jerez
Participaron los músicos: Fernando Taborda: bandoneón. Rodolfo Roballos: bandoneón. Federico Murrone: bandoneón. Federico Quevedo: bandoneón. Facundo Curcio: contrabajo y bajo eléctrico. Sebastián Zambrana: guitarra eléctrica. Christine Breves: violín.
El músico
Fernando “Quena” Taborda es músico de tango, bandoneonista, compositor, profesor de bandoneón y arreglador. Participó- desde 1990- en distintas agrupaciones de tango de artistas referentes del género tales como: Rodolfo Mederos, José Ángel Trelles, Alberto Cortez, Ariel Ardit, Lidia Borda, Miguel Poveda, Gilberto Santa Rosa, Daniel Melingo, Julio Pane, Daniel Binelli, Bernardo Baraj, entre otros.
Participa en las siguientes agrupaciones actuales, además de su propio sexteto: Dúo Zambrana-Taborda (guitarra y bandoneón); La Cachiporra Tango Fusión; Orquesta Típica de Rodolfo Mederos.
Tiene una intensa actividad docente en: Escuela de música de Buenos Aires (EMBA) en la Cátedra de bandoneón, ensamble de tango, elementos técnicos del tango y es director de Orquesta Escuela Típica de Tango. También es docente en el Sindicato argentino de Músicos (SADEM) y en el Instituto Superior de Música Popular.
Con las diferentes agrupaciones de las que participa o ha participado ha recorrido el mundo participando en alguno de los más destacados festivales y escenarios. Además de su propia discografía tiene una extensísima participación en diversos proyectos discográficos de otros artistas: Rodolfo Mederos; María Estela Monti; José Ángel Trelles y Oscar Kreimer, por solo nombrar algunos.