Un desayuno, una merienda, una jornada laboral, una noche larga de estudio o una juntada con amigos. ¡Siempre es un buen momento para un mate! Sea cual sea la ocasión ahí está él, dando el presente. Muchas veces tomamos mate tan automáticamente que nos terminamos un termo sin darnos cuenta. Pero ¿alguna vez nos pusimos a pensar de dónde viene ese mate que estamos tomando?
La yerba mate es uno de los cultivos más populares de nuestro país. De hecho, Argentina es el país que más superficie cultivada de yerba aporta al mundo. Se produce principalmente en Misiones y Corrientes, provincias que forman parte de la región subtropical húmeda argentina.
La infusión de sus hojas tiene propiedades energizantes y tonificantes. Estimula el sistema nervioso central y promueve la actividad mental, por eso es un gran aliado para el trabajo y el estudio. También tiene grandes cantidades de potasio, hierro, fósforo, sodio y magnesio; también contiene diversas sustancias antioxidantes, vitaminas (A, B1, B2, C y K) y carotenos. Increíble, ¿no?
Tomar mate para los argentinos, es mucho más que beber una infusión. El mate es encuentro, es confidencia, es amistad. Además, cumple una función social y nutritiva porque esta bebida aporta numerosos beneficios por sus propiedades antioxidantes y energizantes, avaladas por investigaciones científicas.
Esta suma de valores sociales, culturales y saludables llevó al Congreso de la Nación Argentina, a sancionar en diciembre de 2014 la Ley 27.117, la cual establece que el día 30 de noviembre de cada año se celebre el “Día Nacional del Mate”, en homenaje al caudillo Andrés Guacurarí y Artigas, conocido popularmente como “Andresito”.
De familia guaraní, “Andresito” llegó al mundo el 30 de noviembre de 1.778 en Santo Tomé (Corrientes) y gobernó la Provincia Grande de las Misiones. A partir de la publicación en el BO se promueve que en todos los eventos y actividades oficiales de índole cultural.

¿Vos cómo lo tomas?
Hay miles de formas de tomar mate. Algunos lo toman amargo, otros, dulce. Algunas personas son fanáticas del sabor tradicional de la yerba con palo; otras del sabor fuerte y amargo de la yerba sin palo. Otros consumidores prefieren un bajo contenido de polvo para disfrutar de un sabor suave y más homogéneo de principio a fin.
Las yerbas también pueden aromatizarse mezclándolas con plantas u otros ingredientes. Probablemente hayas visto yerbas con un porcentaje de tilo, cedrón, valeriana, menta, cáscara de naranja o limón. Incluso algunos le ponen café, coco o miel. La novedad es el mate cocido chai, que lleva especias como la canela, el cardamomo, pimienta, el clavo de olor, y un toque de cacao para lograr un mate saborizado.

En fin, gran variedad de combinaciones y formas de tomar mate. De la misma manera, hay distintas formas en las que se produce la yerba. Hay yerbas hechas con producción orgánica, tradicional o, inclusive, agroecológica. Todas ellas conviven para producir uno de los cultivos más queridos y consumidos por los argentinos. Si alguna vez viste una plantación de yerba mate, seguramente notaste que se trataba de arbustos de pocos metros. Pero, lo que seguramente no sabías, es que en estado natural son árboles que pueden alcanzar los 12 a 16 metros de altura.
Cócteles con yerba mate
Para los más grandes, las combinaciones con gin, cerveza, espumante y hasta con whisky son muy aceptadas.
Para los niños, el frappé con frutos rojos, frutillas y jugo de pomelo, el trago de mango y yerba mate lideran las preferencias.
Receta trago MATEAR, de Sabrina Lamas.
Ingredientes.
- 1 oz campari.
- 3/4 oz Pffefer destilado de 4 pimientas.
- 1/2 oz miel de caña.
- 1.5 oz de mate cocido.
- Jugo de media lima.
- Completar con cerveza rubia
¿Cómo prepararlo?
- En una coctelera con hielo mezclar todos los ingredientes menos la cerveza.
- Batir enérgicamente, servir en un vaso cervecero, completar con cerveza.
- Decorar con una rodaja de naranja.
Con palo, sin palo o con aromáticas. Dulce o amargo. Con yerba orgánica, tradicional o agroecológica. Elijas lo que elijas, siempre es un buen momento para disfrutar de un rico mate. Y antes de terminarte el termo sin darte cuenta, destiná un minuto para saborear la yerba, sentir su textura y pensar que en cada sorbo hay campo. Porque incluso en ese desayuno, en esa merienda, esa jornada laboral o esa noche de estudio está #ElCampoEnTuVida.
Con información del INYM y Agrocultura, el campo en tu vida.