El precio del maíz volvió a subir en el mercado de Chicago con valores máximos para los últimos ocho años, mientras que la soja y el trigo cortaron hoy con la racha alcista. El contrato de referencia del maíz avanzó 2,20% (USD5,91) hasta los USD273,81 la tonelada.
En sentido contrario, los contratos con posiciones más alejadas cerraron la rueda con resultados negativos.
De esta forma, el maíz encadenó su sexta suba consecutiva en la plaza bursátil norteamericana como consecuencia de la falta de lluvias que podría afectar al grano de segunda en Brasil y a las sostenidas exportaciones estadounidenses. Asimismo, el USDA anunció importantes ventas privadas del grano amarillo, lo que muestra un buen dinamismo comercial y apuntala los precios.
Por su parte, la soja cortó una racha alcista de nueve sesiones consecutivas y culminó la jornada con una pérdida de 1,22% (USD7,07) a USD569,44 la tonelada en el contrato de mayo, mientras que el de julio reportó bajas por 1,28% (USD7,26) para cerrar a USD558,32 la tonelada. Los fundamentos de la caída de la oleaginosa radicaron una baja en el corte obligatorio con las naftas de biodiésel en Brasil.
Según informó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el gobierno brasileño lo redujo de manera temporaria del 13% al 10%, “lo que limita la demanda de soja para la producción de biocombustibles”.
La harina de soja acompañó la baja del poroto, con una retracción del 0,76% (USD3,64) hasta los USD469,02 la tonelada, mientras que el aceite continuó con su carrera alcista y ganó 1,90% (USD27,34) cerrando a USD1.464,95 la tonelada.
Por último, el trigo cayó 0,77% (USD2,11) y se posicionó en USD269,61 la tonelada, como consecuencia del cierre de posiciones y toma de ganancias por parte de los fondos de inversión. “Los contratos de futuros de trigo finalizan el martes con bajas. Luego del rally alcista, la jornada estuvo marcada por cierres de posiciones y tomas de ganancias. De cualquier manera, el riesgo climático sigue al alza para el trigo del hemisferio norte, pudiendo afectar tanto la producción norteamericana, así como la rusa, lo que limita las bajas en un contexto de sostenida demanda global para el cereal”, analizaron desde la BCR.