El músico y compositor Colo Belmonte, presentó los temas de su reciente álbum Gema, en el escenario de Pista Urbana. En formato de trío Belmonte en batería y percusión, se presentó junto a Daniel Castro en bajo eléctrico y Coki Iuliano en guitarra eléctrica, junto a la cantante Josefina Scaglione, como artista inivtada y con la participación de Juanito El Cantor.
En un clima de cálido y pleno de espontaneidad, Colo Belmonte ofreció su poesía y su música en una propuesta en que sobresalió una teatralidad que pudo ser “puesta en escena” gracias a la cercanía de Belmonte con su público; una empatía compartida que se tradujo en coros, aplausos, risas y variados vítores.
Y en ese rumbo estético y musical Belmonte enarboló la bandera de lo auténticamente poético unido a la música que tuvo un simple sostén de un trío de gran solvencia a la hora de ejecutar cada uno su instrumento, sin apartarse de la idea central: la poética que refleja los sentimientos, las emociones y aspectos de la vida que generosamente Colo compartió allíen Pista Urbana.
Gema es el primer disco solista de Colo Belmonte y en él alberga a sus nueve canciones; todas ellas tienen la misión de transitar el laberinto interior de un poeta que sumó la música como un vehículo necesario para llegar a un destino estético que sin duda tiene la influencia de una multiplicidad de géneros que abarca desde las grandes figuras del rock nacional, el folclore y asoma tímidamente alguna milonga.
Heredero de una alquimia rítmica, melódica y lírica que proviene desde su infancia con la orquesta característica que supo liderar su padre, es en Gema que toma casi todos aquellos elementos de la música con aristasurbanas, en cada estrofa logra pintar un paisaje personal e íntimo, frágil y atemporal de nuestro mundo cotidiano.
Gema, fue hecho con la participación de: Voz, composición, arreglos, producción y batería: Colo Belmonte. Guitarras: Coqui Rodríguez. Bajo y producción: Daniel Castro. Teclados: Sebastián Schachtel y Julieta Lizzoli. Vientos: Christian Teran. Arreglos de cuerdas y Chelo: Patricio Villarejo. Cuerdas: Cecilia Garcia en viola y Ernestina Inveninato y Javier Weintraub en violín. Voz hablada y coros: Gloria Carra, Josefina Scaglione, Ro Vayone y Sebastián Irigo.
Grabación, mezcla, mastering y producción: Marcelo Suraniti. Arte de tapa: Lali Varveri. Fotografía del flyer: Damián Benetucci. Fotografía Colo Belmonte: Ana Mir Bertone. Editado por Mamut Récords. Auspiciados por el INAMU.
En diálogo con El Ágora, Belmonte definió a su primer álbum como “un salto al vacío; mi vuelo de bautismo” y añadió que fue “nacida de mi más profundo deseo de compartir palabras, melodías y ritmos como cuadros de una galería, que tal vez le sirvan a quien las reciba como una posibilidad, como una ventana a la luna que sólo ven los niños”.
Por lo que se pudo apreciar en Gema es que son canciones con un sustento musical sólido, pero que no se aferra a un género en especial…
Lo que sucedió con este disco en particular es que nació de esa necesidad de reflejar etapas que estaban como un registro de esas que nos marcan, de las frustraciones, dolores, postergaciones, de los dolores, de la falta de comunicación y de aquello de no tener el reflejo a tiempo que nos marque dónde ir. Todas estas cosas estaban acumuladas en mí y en un momento me di cuenta que tirar del hilo, me dio la posibilidad de ordenar y sacar todo eso de adentro; y también fue una necesidad, porque en un momento comencé a sentirme mal y presionado por todo lo no dicho, por esas ideas no concretadas. También sumo la idea de cantar porque al principio pensé que no podía y que no iba a llegar por mi auto exigencia y por haber acompañado tantas voces destacadas a lo largo de mi vida, empezando por mi madre y mi hermana y luego fueron Enrique Llopis, Teresa Parodi, Pedro Aznar en un homenaje a Mercedes Sosa, Julio Lacarra, Nahuel Pennisi, Abel Pintos, Laura Albarracín y tantos otros y otras. Y con ese nivel de voces, en algún momento se puso en contra y la manera de quebrar esa valla fue como piezas de dominó que una pieza tira a la otra y me subí a ese movimiento que estaba ocurriendo en mi interior y sucedió entre otras cosas de índole familiar, me consolidé como autor; qué si podía y me gustaba lo que escribía. Y el hecho que haber producido discos para otros artistas, sí podía hacerlo para mí y obtener belleza a partir de un hecho artístico creativo. Y me pasaron cosas interesantes como componer la música para una obra de teatro que es Aquellas Mujeres, una pieza teatral que escribieron Sebastián Irigo y Teresa Donato y de aquí para adelante; todo está en movimiento y éste se encarga de actualizar todo.
Gema en sí mismo y el show de presentación en particular es un discurso que reivindica la necesidad de expresión; de adentro hacia afuera, además de la proliferación de géneros musicales…
Los géneros que conviven en este disco tienen que ver con la multiplicidad de géneros con los que fui encontrando en mi vida musical. Con mi familia comencé a tocar música bailable a los ocho años y directamente ensayábamos en el auto. Era una orquesta Característica que tocaba todos los ritmos; era una orquesta de todos los ritmos: cumbias, tangos, pasodobles, rancheras, milongas, chamamé y hasta algún tema beat de la época y todo en eje al acordeón de mi padre que tuvo esa orquesta durante cuarenta y cinco años. Hasta pasados los diez y ocho años, toqué en esa orquesta. Con esa multiplicidad estética y rítmica y haciendo bailar a la gente con Luis Belmonte y su familia musical y yo era un pelirrojo de ocho o nueve años tocando la batería. Esa pulsión rítmica a mí me puso en un lugar de aprendizaje y luego me encuentro con el rock con grupos como Led Zepelin, Pink Floyd o Génesis y esos bateristas me volvían loco y me maté estudiando. Y aquí admiré a Pomo, Rodolfo García y Moro eran mis grandes referentes. Pero el rock sinfónico fue para mí un eje importantísimo; mi primera banda de rock fue Pez, en Rosario. También me encuentro con el folklore y lo conozco a Enrique Llopis a través de la obra La Forestal. Y toqué el bombo legüero que era un accesorio de la batería, hasta que conozco a Chany Suárez y es a partir de ahí que me enamoro del bombo legüero. Después vino La Portuaria que para mí fue un lugar natural y desde ahí hacia adelante que me llevó hoy a tocar junto a Abel Pintos.
Cantar por momentos, pero sin mezquinar “el decir” de la poesía, es una fusión que por momentos conmueve y al mismo tiempo “nos baja a tierra”… Me pareció interesante esta propuesta…
Gema en vivo, es la versión teatral del disco y en formato de trío en el que no hay secuencias ni pistas y todo está tocado a pelo. El show en vivo tuvo esa teatralidad sincera y espontánea. Cuando se hizo el disco que es pre y post pandémico, se hizo en absoluta soledad y que para mí fue una salvación porque me encerré y me puse a trabajar en el disco y sacamos una canción por mes y los hicimos en formato de simples que salían una vez por mes. Entonces, Gema en vivo es una especie de liberación o juego basado en el disco. Es como si hubiera pintado un cuadro y el show en vivo es la obra de teatro que representa en ese cuadro. Acá se pone de manifiesto que este disco nace desde las palabras y con la necesidad de contar yno de cantar. Hubo una cantidad de elementos internos que pugnaban por salir y sin duda fueron las palabras que generaron ese movimiento. Allí fue donde se encontraron la poesía y la música formando un todo y con él todos mis esfuerzos para que las palabras fueran bellas, que me representen con belleza y tengan cierto equilibrio. Y si digo “me hice mierda y empecé de nuevo” esa palabra “mierda” esté dentro de un contexto de belleza.