La compraventa de inmuebles en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) totalizó en diciembre 4.253 operaciones, con un incremento del 25,7%, en tanto en todo el 2022 alcanzó a 33.753 casos que representaron un alza del 17,1% en comparación con el año anterior, según un informe dado a conocer hoy por el Colegio de Escribanos porteño.
“Se cierra un año que en los números es el mejor desde 2018 y el mes de diciembre también fue el mejor mes en cuatro años”, destacó el presidente del Colegio de Escribanos de la Capital Federal, Jorge De Bártolo. Para el titular de la entidad porteña , el crecimiento registrado “es el reflejo de la lenta recuperación desde la prepandemia y todo lo que vivimos luego”, aunque también advirtió que el desempeño “expresa también claramente que es un mercado sin crédito, porque de esas 33.753 operaciones, hay sólo 1.441 hipotecas en el año”.
“Con pocas herramientas, habría un crecimiento rotundo del sector con efectos multiplicadores, ojalá el 2023 comience a encontrar ese sendero”, completó De Bártolo. En el último mes de 2022, hubo 142 escrituras formalizadas con hipoteca, con una caída del 17,4% en la comparación interanual, mientras que en el acumulado en doce meses hubo un descenso del 7,4%. El monto medio de los actos en diciembre fue de $16.970.504 (US$ 94.233 según el tipo de cambio oficial promedio), con un crecimiento del 92,4% en un año en pesos y del 14,8% en dólares.
El año pasado comenzó con 1.385 escrituras formalizadas en enero, mes que por razones estacionales es habitualmente el de menor actividad, y desde entonces hubo crecimientos mensuales en nueve de los once meses posteriores, con la excepción de los descensos en agosto y en octubre.
La actividad inmobiliaria -y en consecuencia, la cantidad de escrituras- tuvo un impacto negativo a partir del segundo trimestre de 2018, cuando se inició un proceso de devaluación del peso y de alza en las tasas de interés. Esas dos variables incidieron en el sector, si se tiene en cuenta que la mayoría de las operaciones se pactan en dólares y que históricamente en la mayoría de los casos se transaron mediante financiación hipotecaria.
Un tercer factor fue la irrupción de la pandemia de Covid-19, al punto que por la restricción de la actividad notarial en abril de 2020 solamente se registraron en la Ciudad de Buenos Aires siete operaciones de compraventa de inmuebles. La conjunción de esos elementos determinó que la actividad aún cuente con un largo recorrido para alcanzar los niveles previos a la mencionada crisis financiera, si se tiene en cuenta que la cantidad de escrituras descendió de 55.892 en 2018 a 30.146 en 2019.
El informe del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires se dio a conocer un día después del que realizó su homólogo bonaerense, que contabilizó 14.844 operaciones en diciembre (15,78% de incremento interanual) y 95.693 en todo 2020, con un alza del 8,53% en comparación con 2021.
“Se puede decir que se terminó la pandemia para el mercado inmobiliario”, manifestó el presidente del Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires, Diego Molina, quien sostuvo que “más allá de los altibajos que se habían visto en meses anteriores, el cierre de 2022 nos permite tener buenas perspectivas para el año que estamos iniciando”. Molina confía en que en 2023 “haya un crecimiento, aun cuando se trata de un año electoral y la inflación continúa siendo alta, ya que los datos nos muestran que estamos mejor que en 2021 y en valores similares a los años prepandemia”.