Que el oro represente a lo largo de los siglos esa obsesión, tanto desde su constitución química, como del atractivo que subyugó, realzando y destruyendo imperios, vaya y pase.
Que los diamantes, siempre “eternos” (parafraseando a la gran Marilyn) y su explotación y belleza subyuguen al punto de volverse invalorables, se comprende.
Que el petróleo, probablemente a futuro junto con el agua, litio y otras bondades del planeta logren regir el pulso económico mundial, tiene sentido.
Hasta que la misma soja, el trigo y el alimento en general construyan alianzas globales y divida continentes entre productores y consumidores, se comprende.
Incluso que la tecnología de punta marque el pulso de los distintos sectores sociales hace al interés humano. Así podríamos seguir con los flamantes bitcoins, cualquier bono que resurja en los mercados y todos los recursos financieros que día a día subyuguen a gobiernos y capitales.
Pero en definitiva, ¿cuál es el gran secreto que guarda este pálido y verde billete?

Acaso la descripción, de los numerosos elementos y motivos que lo caracterizan permitan descular al menos el valor simbólico, más allá del karma o la salvación que representa contar o no con él.
Digamos primero que el dinero por decreto, comúnmente llamado dinero fíat (del latín fiat, ‘hágase’) es una forma de dinero fiduciario cuya cualidad de dinero proviene de su declaración por parte del Estado como tal.
Se sabe que en Estados Unidos, a diferencia de la mayor parte del resto de los países, el papel moneda es solo de color verde. Esto es así desde 1850, fecha en la que Tracy R. Edson, de la Compañía de Billetes, descubrió una tinta de color verde resistente a todos los disolventes conocidos y que, por lo tanto, era a prueba de falsificadores. Hasta entonces, la falsificación del papel moneda en aquel país era un juego de niños, ya que bastaba hacer sucesivas fotos -entonces en blanco y negro- de un billete convenientemente lavado y añadir a las copias el color deseado.
¡En tu cara Guzmán! (nos referimos al Patrón, no nuestro actual ministro deEconomía).
En el momento de la introducción de los billetes de menor tamaño en 1929, se continuó usando el verde porque era fácilmente disponible en grandes cantidades de pigmentos de ese color, fue relativamente alto en su resistencia a los cambios químicos y físicos, y el verde se identificó psicológicamente con el crédito fuerte y estable del Gobierno.
Qué significa
El simbolismo fue muy importante para los padres fundadores de los Estados Unidos, Basta con dar un vistazo a la arquitectura de Washington DC o profundizar en los elementos que componen el billete de 1 dólar. Los principales símbolos del billete de 1 dólar son los siguientes:

–La pirámide con el ojo que todo lo ve: es el primer símbolo del billete que llama poderosamente la atención. Para los masones ésta es el símbolo de la construcción, la obra para llegar al Gran Arquitecto o Dios. El ojo, en tanto, es el símbolo de Horus y también representa al gran arquitecto del universo, es decir a Dios (el ojo de Horus, dios sol, también es utilizado por los cristianos y judíos para hacer referencia a Yahvé). Para otros el ojo que todo lo ve simbolizaría el control del mundo, la cúspide del poder mundial, lo que en el billete aparece demostrado claramente, ya que el ojo, instalado en la parte superior de la pirámide, parece dominando la parte inferior de la misma. La pirámide truncada, en tanto, presenta 72 piedras, un número sagrado que aludiría a la estrellas de 5 puntas cuyos ángulos tienen 72º. También representaría la represión de la antigua sabiduría y a las sociedades secretas en que ésta se refugió.
-Las enigmáticas frases en latín: debajo de dicha pirámide se puede leer la leyenda “Novo Ordo Seclorum” (“Nuevo Orden de los Siglos”), uno de los lemas más conocidos dentro del grupo masón de los iluminati (una sociedad secreta que ha sido acusada de propiciar eventos como la revolución francesa y otras supuestas pretensiones de dominio mundial), pero que también podría sugerir que los creadores del sello pretendían que la fundación de EE.UU. supusiera el definitivo cambio utópico anhelado por los iniciados a través de los siglos. En tanto, sobre la pirámide se puede leer la leyenda “Annuit Coeptus”, que significa “Él favorece (o ayuda) aquello que ha empezado” (o “Nuestra empresa es exitosa”) y que bien podría expresar la creencia americana de que el nacimiento de los Estados Unidos tiene una inspiración divina. En la base de la pirámide, por cierto, se lee en número romano la fecha MDCCLXXVI, es decir 1776, año de independencia de los Estados Unidos, pero también casualmente el mismo año en que el sacerdote de origen judío Adam Weishaupt fundó en la ciudad alemana de Baviera la orden de los iluminati.
-La estrella de David: en la pirámide del billete se puede formar la estrella de David al unir las letras A en Annuit, la S en Coeptis, la N en Novus, la O en Ordo y la M en Seclorum. Bien ordenadas estas letras forman la palabra Mason.
-El águila del anverso del billete: símbolo sagrado del Imperio Romano, como sinónimo de poder y conquista, esta ave también fue usada como emblema por el Régimen Nazi, aunque es considerada un símbolo solar egipcio de la iniciación. En 1841 sustituyó como pájaro nacional de los EE.UU. al fénix del diseño inicial, cuya cola tenía plumas rojas y azules, colores que forman la bandera americana. Las alas del águila en el billete de 1 dólar muestran 32 y 33 plumas, que según algunos hace una referencia a los 32 grados del Rito masónico escocés y al honorario 33º. El águila en su pico sostiene un pergamino con la frase “E pluribus unum” (“De muchos, uno”), una probable referencia a que la integración de las 13 colonias iniciales en una sola nación convertía a muchos en uno. Otros también hacen mención a que los antiguos iniciados creían que todos los dioses eran sólo manifestaciones de una sola divinidad.
-Las continuas referencias al número 13: Aparece en los 13 escalones de la pirámide y encima del escudo del águila encontramos otra estrella de David compuesta por 13 estrellas (para algunos simboliza el control sionista de la banca internacional). El escudo del pecho del águila también está formado a su vez por 13 barras y la misma figura del águila sostiene entre sus dos patas 13 flechas y una rama de laurel con 13 hojas, respectivamente. Además, tanto las leyendas “Annuit Coeptus” como “E pluribus unum” tienen 13 letras cada una. El número 13 contabilizaría los estados americanos que se independizaron de Inglaterra, pero también es considerado por los masones como un número de transformación. Además puede hacer alusión a los 13 grados del rito de los iluminati.
-El Búho de Minerva: Es el más oculto de los símbolos en el billete de un dólar y el más difícil de ver. Se encuentra en la esquina de la filigrana de la derecha, en la parte superior izquierda del escudo que rodea el Nº1, y para observarlo hay que tener mucha agudeza o usar directamente una lupa. Según la secta de los iluminati hace referencia a la sabiduría, al búho que vigila todas las cosas desde las sombras. El significado de los símbolos del billete de 1 dólar tiene muchas interpretaciones. Se afirma que en su tiempo el presidente F.D. Roosevelt, junto a su ministro de Agricultura y secretario del Tesoro (masones como él), quería que este billete fuera el más poderoso símbolo de la naciente era de Estados Unidos como nueva potencia mundial, a través de la política progresista conocida como “New Deal”.

Dame un talismán
Para otros, en tanto, la creación del billete de un dólar cargado de tan poderosos símbolos equivalía ni más ni menos que a introducir un talismán de prosperidad en el bolsillo de cada norteamericano. De ahí que hasta el día de hoy persista la creencia general de que quien lleve un billete de 1 dólar en su billetera no pasará jamás por apuros económicos. Los billetes de dólar están hechos de una mezcla de lino y algodón. De cerca, apreciaremos unas fibras rojas y azules, unos tejidos que se utilizaron, precisamente, para evitar las falsificaciones.
Si nos fijamos en los espacios en blanco del billete, apreciaremos como una especie de hilillos, pero si lo intentamos, no podremos arrancarlos.
La letra mayúscula que aparece en el centro del sello del Federal Reserve Bank se refiere a distintos lugares de procedencia. En concreto a los siguientes: A = Boston, B = New York City, C = Philadelphia, D = Cleveland, E = Richmond, Va., F = Atlanta, G = Chicago, H = St. Louis, I = Minneapolis, J = Kansas City, K = Dallas, y L = San Francisco.
Al mismo tiempo, el número negro que aparece en todos los billetes está también vinculado a dicha procedencia. Por ejemplo, en un billete de Dalas, además de la letra K, encontraremos el número 11 (ya que dicha letra ocupa el undécimo lugar en el alfabeto). Algunos creen ver el dibujo de un pequeño búho (otros han dicho una araña) al lado del número 1 impreso en la parte superior derecha; en concreto, el curioso dibujo se ubicaría a la izquierda del número.
Lo más probable es que se trate del producto de la imaginación colectiva, pero hay quienes lo vinculan a la simbología masónica, y otros algo más prácticos, a otro tipo de medida para evitar falsificaciones.
Otras consideraciones: Desde 1956, en todos los billetes aparece impresa la expresión In God We Trust (En Dios confiamos). Los billetes de 50 y 100 dólares pueden estar en circulación hasta ocho años y los de 20 dólares un promedio de dos, mientras que la vida útil de un dólar es de solo dieciocho meses. En los nuevos billetes de 100 dólares aparece una torre del Independence Hall en la que el reloj marca las 4:10 h. Los billetes no están hechos de papel sino que para que tengan mayor duración, se fabrican a partir de compuestos de algodón y el lino. La única vez que ha aparecido la imagen de una mujer en un billete fue en 1886, cuando un retrato de Martha Washington se colocó en el anverso del certificado de plata de un dólar junto a la imagen de su marido, el primer presidente de EE. UU., George Washington.
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