Por José Luis López Aguilar, de la Escuela de Posgrado de la Universidad Austral.
Llegué al mundo de los edutubers cuando realizaba mi tesis doctoral. Estuve cerca de dos años sin decidirme en qué enfocar mi investigación. El insight vino a inicios del 2017, cuando empezábamos el periodo académico en la universidad donde trabajo y al final de la clase un alumno se me acercó y me preguntó el nombre de mi canal de YouTube. Le contesté que no
tenía y el chico desilusionado me dijo: “Debería tener, así podríamos repasar sus clases”.
Mi sorpresa fue grande puesto que nunca me habían preguntado por mi canal de YouTube, así que luego del “regaño” de mi estudiante fui a Google y escribí “profesores en YouTube” y me di cuenta que había todo un “movimiento” de docentes compartiendo conocimientos en esa plataforma del cual hasta esa fecha yo desconocía, así empezó mi investigación.
Algunos datos que me impactaron fueron: 1) Según el ranking de Alexa, YouTube es el segundo sitio web más visitado del mundo (https://www.alexa.com/topsites), 2) cada día se reproducen en YouTube más de 1000 millones de videos relacionados con el aprendizaje (https://bit.ly/2BzxCkH), y 3) durante el 2018, el 70% de usuarios millenials vieron en YouTube al menos un video para aprender algo (https://bit.ly/2UjJv4G).
En este contexto surgen los edutubers que son youtubers especializados en contenidos formativos. Algunos son o han sido profesores que vieron en YouTube una oportunidad para mostrar al mundo su trabajo, otros son personas que no han tenido relación formal con la docencia, pero sienten vocación hacia ella y utilizan esa plataforma para demostrarlo; y un tercer grupo son profesionales de diversas ramas que comparten sus conocimientos como estrategia de promoción profesional.
Con respecto a los contenidos se pueden encontrar principalmente de tres tipos: 1) formativos, cuyas temáticas surgen principalmente de programas de estudios, como es el caso de Julioprofe, el edutuber de habla hispana con más seguidores (4,07 millones); 2) divulgativos, orientados a analizar y explicar temáticas de interés general, por ejemplo, Aldo Bartra del canal de ciencias El Robot de Platón, y 3) desarrollo de habilidades enfocados en enseñar alguna habilidad práctica como aprender a dibujar.
Entre los casos destacados me gustaría comentar el de David Calle, un profesor español de matemáticas y física que sintió la necesidad de publicar sus clases en YouTube para ayudar a sus estudiantes, el impacto fue tal que en el 2017 estuvo entre los 10 finalistas al premio Global Teacher Prize una iniciativa que busca premiar a los mejores profesores del mundo. Además, el mismo año, fue incluido en el listado de las 100 personas más creativas del mundo de la revista Forbes.
En este punto algunos se preguntarán ¿Qué se necesita para ser un edutuber? Empezaré por lo que no se necesita: 1) No es necesario ser joven. En mi investigación descubrí que el 54% de los sujetos tenían entre 40 y 49 años, 2) No hacen falta equipos costosos. Muchos empezaron con un teléfono celular y una computadora, y solo con el pasar del tiempo lo fueron mejorando, y 3) no se necesita tener estudios sobre producción audiovisual, puesto que la mayoría dijeron ser autodidactas.
Ahora hablemos de lo que sí se necesita: 1) Conocimientos en un área determinada. Todos somos buenos para algo, aunque a veces no nos demos cuenta. 2) Habilidad para procesar información. Los edutubers son buenos buscando información, procesándola y poniéndola a disposición del público en un lenguaje sencillo. 3) Habilidades comunicativas. El 30% de los suscriptores encuestados manifestaron que veían sus contenidos por la claridad de sus explicaciones.
Antes de terminar abordaré el aspecto económico, puesto que entre las típicas preguntas que suelen plantearse están ¿se puede ganar dinero con YouTube? O ¿se puede vivir de YouTube? Todas los edutubers a los que entrevisté me respondieron que sí, pero acotaron que es necesario formar un modelo de negocio, el cual puede estar compuesto por algunas de las siguientes fuentes de ingresos: publicidad de YouTube, auspiciantes directos; venta de membresías, artículos o cursos.
Por último, como en toda profesión, hay aspectos transversales importantes como la creatividad, la pasión y la constancia. La primera se refiere a que cada edutuber popular tiene algo de originalidad que lo distingue de otros, la segunda trata de la energía que transmiten en sus videos, y la tercera de la perseverancia que llevó a varios de nuestros sujetos de estudios a esperar 3 o 4 años de trabajo continuo hasta poder formar una comunidad de suscriptores que les permita ser reconocidos.