En un año especial por la coyuntura que nos tocó atravesar y con una pandemia de coronavirus que frenó un gran porcentaje de la actividad económica, sólo nos queda agradecer el trabajo y el compromiso de la cadena de las carnes. Todos los eslabones, desde la comercialización de hacienda, los matarifes y abastecedores y la industria realizaron un arduo trabajo para que la carne llegue cada día a la mesa de los argentinos. También es para destacar que desde marzo, hemos puesto en práctica todos los protocolos sanitarios que tuvimos a nuestro alcance, para sortear este momento tan delicado.
Empezamos a cerrar un año en donde la virtualidad fue la protagonista excluyente y en este camino, desde la Cámara empezamos a enfocarnos en digitalizar nuestras áreas técnicas, sin descuidar el ritmo de trabajo que impone nuestra actividad. De esta manera, la tecnología fue una rueda de auxilio, que nos permitió llevar a cabo encuentros mediante videoconferencias, tanto internas como con funcionarios provinciales y nacionales.
En estas reuniones, uno de los temas centrales ha sido la necesidad de avanzar sobre varias implementaciones que nos han creado los organismos del Estado, sobre todo de índole tributaria. Tal como lo hemos manifestado durante 2020, nos encontramos en una instancia donde la problemática con ARBA, el organismo recaudador bonaerense, nos pesa mucho y las soluciones no aparecen en el horizonte, agravadas por la alta informalidad que vive la cadena. En el caso de la decisión del Ministerio de Trabajo sobre el límite de 25 kilos para la manipulación de carne, es una medida con la que estamos de acuerdo, pero su implementación se debe analizar en profundidad.
En un año donde el consumo interno no supera los 50 kilos anuales por habitante, en los últimos meses del año percibimos un escenario de disparidad frente a los exportadores, en donde tuvimos que competir por el mismo producto. De este modo, categorías sensibles para el ámbito
doméstico, como las vaquillonas pesadas, novillitos y novillos se vieron traccionadas por la demanda de los mercados externos.
Para 2021 y con la incógnita de cómo será el escenario frente al covid-19, enfocaremos nuestra labor en seguir reforzando las herramientas digitales para nuestros asociados, al igual que nuestra página web, que estará operativa a partir de marzo. También seguiremos con nuestra agenda de reuniones -a través de videoconferencia, por ahora- con funcionarios del Gobierno nacional, de distintas provincias y con organismos públicos y privados vinculados a nuestra actividad.
Leonardo Rafael
Presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA)