Confederaciones Rurales (CRA), Federación Agraria (FAA) y la Sociedad Rural (SRA) convocan a un cese de comercialización de granos entre el lunes 11 y el miércoles 13 inclusive, en rechazo al cierre temporal del registro de exportaciones de maíz dispuesto por el Gobierno para que se revise la medida dispuesta.
La medida de fuerza fue comunicada por las entidades y aclararon que no habrá control de cargas en las rutas. Según las entidades, el cierre temporal es “una medida absolutamente perjudicial para el campo y para la Argentina en su conjunto, como se viene sosteniendo desde su anuncio”.
A su vez, las cadenas de cultivos, integrada por Maizar, Acosja, Asagir y Argentrigo, también criticaron la decisión al asegurar que “este tipo de acciones erosionan fuertemente la confianza y conducen a que inmediatamente se retraigan las inversiones, tanto las de corto y largo plazo”.
En el primer cese de comercialización convocado por las entidades rurales en marzo del año pasado, FAA dio libertad de acción a sus asociados tras un quiebre interno dentro de sus filas. En esta oportunidad, el presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto, justificó el no acompañamiento a la medida al considerar que “no es momento de parar, pero sí de reclamar. No adherir al cese de comercialización es una medida a favor del país, no a favor del Gobierno” y afirmó la necesidad de “agotar todas las instancias de diálogo”.
La protesta fue decidida tras la decisión del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de cerrar la registración de nuevas Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) del grano amarillo la semana pasada hasta que ingrese la nueva cosecha en marzo para asegurar el abastecimiento interno, explicaron.
El obejtivo del Gobierno con el cierre del registro es asegurarse 4,27 millones de toneladas para que “queden disponibles para el consumo interno, con el objeto de asegurar el abastecimiento durante los meses del verano, cuando la oferta de cereal tiende a escasear”. El destino es la alimentación de animales como los vacunos, pollos y porcinos, tanto para consumo interno como para exportación.
Por su parte, los exportadores aseguraron que la medida implementada fue “sorpresiva e inconsulta” y afirmaron que el abastecimiento del cereal “estaba asegurado para este bimestre”. Según la cámara empresaria, hay registros de existencias por 10 millones de toneladas, de las cuales solo 1,2 millones de toneladas tenía previsto el destino de exportación.
“La intervención en un mercado transparente altera las reglas y genera incertidumbre entre los productores, que retraen la venta de sus stocks y reducen la siembra de la próxima campaña, lo que provoca la reacción inversa para reducir los precios internos”, indicó CEC en un comunicado.
Por su parte, el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, dijo que “una vez los sectores agroexportadores tienen que pensar en los argentinos” y señaló que, si la intención es “hacer un lockout, el Gobierno no se va a mover un centímetro” de su postura.
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