“Es una verdadera tragedia lo que estamos viviendo, en nuestra Cooperativa Apícola “Eirete Porá” Ltda., que esta asociada a la Federación de Cooperativas de Corrientes, miembro de Coninagro, estamos trabajando arduamente junto a bomberos voluntarios de la localidad de Loreto, la policía y la municipalidad acercando agua en tractores y acoplados para socorrer las zonas afectadas. Le damos prioridad a la casa de los vecinos”, sostuvo la emprendedora apícola y educadora, es también presidenta de la Asociación Civil “Cámara Correntina de Apicultores”, Diana Aguirre.
La productora detalló lo que están viviendo por los incendios en la región y al momento de conmensurar daños ocasionados por la sequía e incendios, sostuvo que “en nuestra cooperativa apícola hemos perdido más del 70-80% de las colmenas. Además los colmenares en su mayoría estaban en las forestales que han sido arrasadas por el fuego, la otra consecuencia es la falta de alimento para las abejas. Estamos dentro de los Esteros del Iberá, donde la alimentación base de las abejas es el néctar y polen de los Esteros y también los eucaliptus, todo eso está devastado. La pérdida que se prevé es total“.

“Es lamentable ver cómo en media hora estamos perdiendo años de esfuerzo y sacrificio”
Con la voz resquebrajada, Diana detalló: “Lamentamos estas pérdidas de los grandes, medianos y pequeños productores y emprendedores de la zona. Debemos tener en cuenta que las abejas dentro del ecosistema cumplen una función clave, ya que más del 70% de los alimentos se produce por medio de la polinización de las abejas y ese ecosistema hoy está quemado, degradado, en estado de emergencia y eso nos preocupa en perspectiva. El ecosistema correntino se partió a la mitad, en todo sentido, el panorama es desolador por eso lo llamamos `la pandemia correntina`”.
En tanto, la productora comentó cómo se dividen las tareas voluntarias entre los lugareños: “En medio de este triste contexto, estamos trabajando sobre el rescate de animales autóctonos en las zonas quemadas, en este caso un guazuncho bebé, propio de los Esteros del Iberá, así como hay yacaré, lobitos, tatú carreta, en este caso hemos podido rescatarlo pero con sus patitas y pezuñas quemadas, y una manito quebrada. Salvar la vida de una animal indefenso reconforta el corazón, pero lastimosamente es uno que se salva de entre miles y miles que se quemaron“.
Con información de Coninagro