Para los apasionados de los espumantes, todo el año es motivo para disfrutar de esta gran bebida burbujeante por su versatilidad, su frescura, delicadeza y su agradable sabor. La cultura en vinos espumosos crece junto con la diversidad de propuestas y los consumidores, cada vez más curiosos, buscan nuevos estilos para satisfacer sus paladares exigentes.
Habitualmente elaborados a partir de uvas como Chardonnay o Pinot Noir, varias bodegas han experimentado otras cepas en sus espumantes convencidas de que se podrían lograr interesantes variantes al clásico estilo francés. Con el tiempo, muchas lograron productos exitosos a partir de malbec, bonarda, viognier o torrontés. Una de las bodegas pioneras en explorar nuevas cepas con sus espumantes elaborados con uvas Pinot Noir y Malbec fue la Bodega Nieto Senetiner.
El reconocido enólogo Roberto González que fue pionero en este tipo de espumantes afirma que los espumantes argentinos “tienen un estilo y particularidad que los define y que puede trascender fuera de nuestras fronteras”.

Bajo el mismo corte: tintas las uvas
El uso de uvas tintas, provenientes en su mayoría de la zona del Valle de Uco, ha marcado un camino para los espumantes que encontraron en el público argentino un lugar para quedarse. La reina de las uvas tintas es el Pinot Noir, que es ideal para dar longevidad a los espumantes y conservar las notas de fruta y frescura en el tiempo.
En el caso de esta bodega usan Pinot Noir y Malbec, dos variedades tintas que provienen de Tupungato, en el Valle de Uco. Estas uvas brindan longevidad a los espumantes y permiten conservar las notas de fruta y frescura en el tiempo. Se trata de un corte blanc de noir, es decir, el líquido es blanco, pero es elaborado con uvas tintas. En este sentido, González aporta: “En general, los polifenoles de estas variedades hacen que el espumante madure más lentamente. Entonces, la presencia de la frescura y las notas frutales se mantienen por más tiempo. Es una técnica muy francesa, los grandes espumantes franceses se hacen casi todos de Pinot Noir, ya que soportan mejor el envejecimiento con los años. Los franceses buscan perpetuidad en las notas y que la frescura se mantenga en el tiempo. Nosotros buscamos eso mismo, pero en un espumante que pueda ser consumido dentro de los dos primeros años, el concepto de la fruta tiene que estar bien marcado. Es un atributo de los franceses, pero pensado para un producto de consumo más actual, esos son los espumantes del Nuevo Mundo. El uso de uvas tintas es nuestra especialidad e innovación dentro del espumante argentino. Somos un referente del sector por ello”.
Claves para un espumante exitoso
El enólogo afirma que el espumante requiere de un alto conocimiento de las ciencias enológicas, en los que detalla tres pasos claves y decisivos para garantizar un producto exitoso:
- La creación del vino base. Este es uno de los grandes secretos, asociado a la definición de las variedades aptas para lograr el perfil final de espumante. Y requiere conocer la zona, el suelo, la geografía de donde provienen las uvas, diseñar un proceso claro, preciso y sin errores para la obtención del vino base que mantenga las cualidades originales de las variedades. También son claves el protagonismo de la acidez y la biología propia de la primera fermentación. Predecir la evolución real del vino base en el tiempo es fundamental para la consistencia del estilo a lo largo de los años. Y, por último, lograr un vino apto para que pueda sobrevenir una segunda fermentación.
- Toma de espuma. Este es otro de los momentos claves, la denominada “segunda fermentación”, en donde la producción de anhídrido carbónico por las levaduras agregadas, junto a una nueva concentración de azúcar, dará lugar a la formación de carbónico, las famosas futuras burbujas, que se emulsionará en la fase líquida del vino, hasta el momento del descorche por el consumidor. Esta fase requiere de un alto conocimiento de la microbiología sobre las levaduras, las variantes de especies y la nutrición más apta, para arribar a una alta calidad final de espumante.
- Dosificación del licor de expedición. Es la última intervención que se puede realizar físicamente como enólogo en el proceso. En el diseño del licor de expedición es en donde reside la expresión artística. Esto dará lugar al estilo y proyectará la complejidad, sofisticación y su evolución en el tiempo.
Nuevos terruños, cepas, métodos, hay muchos aspectos para desarrollar la amplia categoría de los espumantes. Nuestro país se destaca por tener productos de alta calidad posicionados en el mundo. “Siempre tratamos de lograr una identidad propia y un estilo bien definido de nuestros productos”, concluye González.
La experiencia de sus enólogos, junto al cuidado minucioso de las uvas, y la paciencia en la elaboración bajo los métodos charmat y champenoise, garantizan resultados excepcionales en cada botella para que el consumidor disfrute una experiencia inigualable.