Hace al menos una década que el café dejó de ser sólo el grano tostado o la bebida en un pocillo. Todos tomamos nuestra humeante taza de café, esa que nos reconforta y nos aporta calidez. Hoy, el café no sólo es sinónimo de múltiples opciones de consumo sino que se volvió un producto aspiracional. Por eso le sacamos una foto a un increíble latte art para subir a la redes, o compartimos con nuestros amigos esa bebida de la que nos gustaría ser parte, tanto al consumirla en una cafetería como al prepararla en casa.
La nueva versatilidad del café no tiene límites. Hoy podemos disfrutar de ese café en todas sus formas: taza, vaso, pocillo, bebida, cóctel, caliente, frío o hasta en un postre.
Creado por “Exigí buen Café” se presentó durante la cuarentena el primer ebook de café GRATUITO para que el consumidor aprenda a elaborar la mejor bebida en el hogar ya se puede explorar en la red. http://elagora.com.ar/wp-content/uploads/2020/09/BaristaEnCasa.pdf
La propuesta acompañada por las reconocidas marcas del producto hace un recorrido exhaustivo desde la planta, la recolección y el almacenamiento del grano hasta las diferentes manera de preparar el café. Enseña cómo comprar los mejores granos, cómo molerlos y las técnicas para dominar la preparación en el equipo favorito.
La nueva versatilidad del café no tiene límites. Hoy podemos disfrutar de ese café en todas sus formas: taza, vaso, pocillo, bebida, cóctel, caliente, frío o hasta en un postre.
Un consejo importante a la hora de elegir un buen café: Tostado vs. torrado
Un paquete de café tostado que se precie de natural, lo unico que debería decir en su etiqueta al respecto es tostado (y también molido). Pero si la etiqueta indica que es torrado —la variedad que los argentinos estamos acostumbrados a consumir desde siempre— eso significa que durante el proceso de tostado se le agregó azúcar para ocultar su aroma
y sabor.
¿Por qué?
Porque el café torrado se prepara con granos de menor calidad, defectuosos, rotos, mal cosechados o de descarte, tostados con azúcar para enmascarar y nivelar los sabores amargos y astringentes. El grano del café torrado es brilloso y de un color negro profundo que enmascara al peor café. El resultado en la taza es un gusto a azúcar quemada, amargo, de color oscuro.
Hay diferentes métodos para lograr una bebida equilibrada. Puede hacerse con prensa francesa, cafetera eléctrica, Chemex, moka, espresso, capsula, V60, aeropress, cafetera de vacío o filtro de tela. Cada uno de ellos tiene que utilizarse según el tiempo propicio y la cantidad determinada de café para lograr el gusto deseado. A continuación detallamos la receta para hacer con la conocida Melitta.
Melitta

En 1908, la alemana Melitta Bentz tuvo una gran idea. Ella disfrutaba el café pero estaba cansada de tener que limpiar la olla y sacar todos los residuos que quedaban pegados en los costados. Hasta ese momento, sólo se hacía café en la olla, con el método oriental, o el sifón de vidrio.
Así que cada mañana pensaba en un método de filtrado. Hizo varios intentos que fracasaron hasta que un día arrancó un pedazo de papel secante del cuaderno que su hijo usaba para la escuela y lo metió en una vieja olla en la que había perforado algunos agujeros. Añadió el café molido y le agrego agua caliente encima.
La bebida goteó a través del papel y cayó directamente en la taza. Tiró el filtro usado de papel a la basura y listo.
Así nacieron los portafiltros Melitta.
Receta por Diego Lobo, @cafepuertoblest
Molienda: media gruesa (similar a la sal entrefina)
Dosis: 15gr de café
Agua: 225ml de agua bajo sodio
Temperatura: a punto hervor
Ratio 1:15
El filtro de papel tiene dos pliegues, un pliegue horizontal y uno vertical. Doblar y colocar en el cono plástico. Remojar el filtro de papel para eliminar sabores y residuos.
Colocar los 15 g de café.
Verter 30 ml de agua caliente de manera lenta. Revolver y esperar 15 segundos. Lo que sucede aquí es lo que se denomina Bloom, donde hay una desgasificación del café, una liberación del dióxido de carbono.
Por último hay que verter el agua caliente restante, es decir 195 ml de agua, de forma lenta, en círculos o como espirales. Evitar pegarle a la pared del cono.