El Servicio Nacional de Sanidad Agroalimentaria (Senasa) confirmó un nuevo caso de encefalomielitis equina en la localidad bonaerense de General Lavalle, provincia de Buenos Aires, y otros dos en Viedma, Río Negro.
Hasta el momento, se confirmó un total de 683 brotes positivos en el país, contabilizando 19 por diagnóstico de laboratorio y 664 por diagnóstico clínico (por sintomatología y nexo epidemiológico). En la provincia de Buenos Aires, hay hasta la fecha 303 brotes, 275 determinados por criterio clínico, 6 por prueba de laboratorio y 22 con resultado pendiente.
Además de Río Negro y Buenos Aires, las provincias a dónde llegó la enfermedad son Chaco, Corrientes, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Formosa y Santiago del Estero.
La enfermedad viral se transmite desde las aves a los mosquitos, quienes mediante picaduras infectan a los equinos. El período de incubación hasta la manifestación de los signos clínicos oscila entre 5 y 14 días.
La enfermedad es clasificada como una zoonosis que afecta a la salud pública, y por ese motivo se recomienda el uso de repelentes para las tareas rurales, uso de ropas con mangas largas para las personas que están muy expuestas a los mosquitos, ya que las personas también pueden enfermarse. Para proteger a los animales, también existen repelentes y la vacuna.
De acuerdo a la información que presenta el Senasa, dentro de las encefalomielitis equinas existen Este, Oeste y Venezuela. Estas son enfermedades exóticas para el país, siendo el último registro oficial de Encefalomielitis del Oeste (EEO) en 1988. La Encefalomielitis Equina Venezolana (EEV) nunca estuvo presente en nuestro país y así se declara ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).
La tasa de letalidad (el porcentaje de equinos muertos sobre los que se enferman) puede llegar al 90% para EEE y entre 20 a 30% para EEO, el resto puede convalecer y quedar con secuelas en algunos casos. En el caso de la EEV, la tasa de letalidad es muy variable, del 40 a 90 por ciento. También pueden quedar secuelas en los equinos que convalecen.
Los equinos presentan un cuadro neurológico con diferentes signos clínicos, como deambulaciones, híper excitación, depresión, hipertermia y decúbito principalmente. (DIB)
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