Durante los días 4,5 y 6 de septiembre se llevó a cabo la X edición del INTA Expone, en esta ocasión la región elegida fue Cuyo. “Territorio, trabajo y valor agregado en origen” fue el slogan que identificó a la muestra y su objetivo central tuvo como eje el agua, la innovación y el desarrollo territorial con equidad.
El público pudo recorrer el predio perfectamente organizado en tres caminos: Valles Andinos, Oasis y Llanura Árida, cada cual con sus propias particularidades.
Los valles andinos tienen la ventaja comparativa de contar con el origen del recurso hídrico que permite realizar actividades productivas claves en el desarrollo del oeste argentino. En cambio, el oasis es un lugar de captación del agua de los principales ríos, para diversos usos. Posibilita una importante actividad social y productiva. Por último, la llanura árida presenta el territorio más extenso donde se desarrollan la ganadería de zonas secas.
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La exposición también fue escenario de los festejos por los 25 años del programa Prohuerta y los 10 años de la creación del centro de investigación y desarrollo tecnológico para la agricultura familiar.
El acto central tuvo su condimento puesto por el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación Carlos Casamiquela al reconocer de modo solapado que las economías regionales atraviesan por serios problemas desde 2008.
Remarcó también que “Argentina es ejemplo mundial en innovación tecnológica y el INTA es una institución que trabaja para mejorar la calidad de vida de los argentinos y parte de una política de Estado tendiente a impulsar el desarrollo tecnológico nacional. Es una institución que se ha puesto de pie en la última década y hoy su trabajo se ve reflejado día a día en todos los rincones del país y tanto los productores como los habitantes de las diferentes localidades puedan palparlo”.
Investigadores e ingenieros de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), junto con elInstituto Nacional de Tecnología Agraria (INTA), presentaron el trabajo en el desarrollo de diversos proyectos tecnológicos para mejorar la productividad agropecuaria de la región de Cuyo.
Uno de ellos fue la cosechadora de uvas en parral, una forma de cultivar la vid que sigue siendo frecuente en la producción vitivinícola de la provincia. “Lo más complejo de este implemento agrícola fue lograr que con los mecanismos propuestos se pudiera bajar la mayor cantidad posible de granos sin bajar el racimo. Esto acorta el proceso de vinificación, una de las variables importantes para obtener buena calidad de vino”, explicó Osvaldo Penisi, doctor en Ingeniería y miembro del Instituto de Mecánica Aplicada (IMA) de la UNSJ. Se trata del segundo prototipo de esta cosechadora, que todavía está en proceso de prueba y cuenta con un pedido de patente en la Argentina, y que esperan poner pronto a disponibilidad de la industria local.
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