El músico y compositor José Pérez Vargas acaba de lanzar su álbum Kosen – Rufu, se trata de la primera propuesta discográfica del bajista y contrabajista en formato de quinteto, después de una amplia y sólida formación musical. La presentación será el próximo sábado 15 de octubre en Prez Club de Jazz, Tomás de Anchorena 1347, Palermo, CABA, en doble función, a las 20.45 y a las 22.45 horas.
Lo acompañan en su grupo actualmente para este lanzamiento y presentación en vivo Paula Guillén, en batería; Hernán Pereyra, en guitarra; Santiago Kurchan, saxos; y Tomás Winkel, piano.
El EP Kosen-Rufu está compuesto por seis piezas originales de música instrumental de José Pérez Vargas que se enmarcan en el jazz contemporáneo. Todos los temas tienen en su génesis una profunda razón de ser, un concepto y un propósito que se aprecia en cada nota a lo largo del repertorio. Ante todo, se comprueba un notable sello autoral de José en su voz expresiva personal y profesional.
La formación de instrumentos le permite desplegar una variedad de sonidos buscados para darle distintos matices y colores a las secciones de cada obra. Así, se logra crear un clima a cada tema, como una huella digital; mantiene una concepción musical en todo el álbum, con sutiles cambios de movimiento y sin perder el ritmo y el tempo transita melodías que a priori sabe que no siempre serán las mismas en cada escenario que se presente.
El “milagro” del jazz hace que cada instrumento tenga un lugar preponderante en que la improvisación propia del género teja melodías y ritmos que ofrecen un color musical único e inevitable, producto de una dirección, composición y arreglos madurados a la luz de una experiencia personal que ahora se ve corporizada en este álbum.
Sin duda, es el resultado de una búsqueda incesante de propuestas musicales que no tiene un techo, pero muestra una evolución musical suficiente para colocarlo en el lugar de referente del Jazz argentino.
En cada tema se manifiesta no sólo el muy buen nivel musical, en cuanto a composición, sino que también asoma vivencias personales que son traducidas por las notas musicales que generosamente navegan por las aguas de un Jazz sin ataduras, pero con una concepción estética que adquiere una dimensión superlativa cuando despliega junto a su grupo esa impronta personal inevitable y bienvenida.
Hay una búsqueda en la que aparecen nuevas sonoridades contrapuntísticas, minimalistas y experimentales y por otro lado se mantiene un equilibrio con el jazz tradicional.
En algunas secciones de los temas el contrabajo y la batería se separan de la métrica original propuesta para lograr una expresión propia con polirítmicas en conjunción de los demás instrumentos.
En ese rumbo transitan melodías con movimientos que van de un equilibrio sonoro y agradable a lo rítmico más airoso, con el que Kosen Rufu arranca con el tema Psicósis y luego llega la mansedumbre melodiosa de El Octavo Día del Quinto Mes (Daimuko Margarita), en el que se aprecia una vivencia personal.
Retoma el tránsito ágil y elegante de Amaru’s Smile y con Relatividad hace lo propio y todo con la misma propuesta conceptual que se aprecia en todo el quinteto que suena armónico, único y sin estridencias y lo demuestra en los temas finales: Abstinencia y Jump Bruno. Kosen Rufu, un álbum de colección y que señala el camino del jazz de hoy, de Buenos Aires. Es por acá.
En tal sentido y acerca de Kosen – Rufu, José Pérez Vargas profundizó esta idea conceptual del EP, durante una entrevista concedida a El Ágora.
¿Cómo surgió Kosen Rufu y cómo te encuentra situado desde lo personal?
Esta propuesta discográfica es el resultado de momentos que marcaron mi vida y en los que fuí componiendo música para dejar registrado de alguna manera viajes, pérdidas de seres queridos, nacimientos de hijos, momentos de estados emocionales y espirituales malos y buenos. El conocimiento del budismo Nicheren, y su práctica diaria me condujo a mejorar, fortalecer y transformar mi vida. Esa transmisión de las enseñanzas budistas puso a mi alcance el poder transformador y promovió en mí el ejercicio de la solidaridad, una mejora personal y profesional. A esa transformación interna de conocerse mejor a sí mismo y mejorar internamente se le llama Kosen -Rufu, en japonés significa revolución humana y por eso es la que da nombre al EP.
Me sugiere esa explicación a todo muy intenso…
Si, toda esta propuesta surgió como un correlato de años anteriores, de vivencias y también de la incertidumbre de no saber dónde estaré. Ahora estoy en Buenos Aires, pero vengo de Chile y luego estuve en Brasil, de ahí fue a Suiza, Berlín. Desde allí regresé a Argentina; tuve que volver a Suiza, donde quedó mi hijo. Muchas idas y vueltas; todo muy intenso. Antes de la pandemia falleció mi madre y por eso hay un tema, Daimuko Margarita, que lo compuse para ella. Y otro tema es Abstinencia que fue un pedido de mi madre para que dejara de fumar y se lo prometí y lo cumplí. Por eso el álbum se llama Kosen Rufu. Cada momento tuvo su tema. Y me propuse que el EP tenga un hilo conductor; una unidad conceptual, como un discurso, pero dicho con música.
¿Cómo es que se hace, pasar todas estas vivencias y luego “pensarlas” en Jazz?
No es fácil transmitir un sentimiento o una vivencia con música instrumental. Cuando uno compone una canción con letra, tiene la palabra y así es más fácil expresar algo. Cuando uno piensa en música instrumental, voy buscando estabilidad en los compases, disonancias, ritmos que van construyendo una idea, un sentimiento, una emoción. Y después cada músico en su improvisación hace lo que le parece y luego todo el tema fluye. Y eso es propio del jazz; yo escribo la música para cada uno, pero luego ellos elaboran su propio “discurso” en la improvisación. Por eso cada tema no suena siempre igual. Eso es pensar en Jazz; la improvisación siempre está presente.
Sin duda que esta es una propuesta musical con tintes de crecimiento personal y volcado a la música.
Esta es una gran experiencia para mí en lo personal y profesional al ser mi primera obra discográfica como compositor de mi música y fue muy especial poder tocar con el contrabajo, un instrumento que comencé a tocar hacía 6 meses cuando se grabó el disco. Siento una gran alegría al poder desplegar una voz propia en las composiciones y quedarme muy conforme por el trabajo realizado.
Y muy bien secundado por estos músicos.
Si, tuve la fortuna de estar acompañado de grandes músicos que aportaron sus ideas musicales y consolidaron al grupo con una identidad. El grupo musical está pensado con estos instrumentos para lograr esta sonoridad particular. Siempre elijo o invito a músicos que admiro y aportan ideas y su afecto, estamos 3 músicos estables y vamos convocando a otros para enriquecer cada experiencia ya sea grabar un disco o dar un concierto.
¿Qué sucederá después de esta presentación de Kosen Rufu?
Este EP es el cierre de una etapa que nació antes de la Pandemia y a partir de la presentación se abre otra búsqueda; pero en realidad tengo en producción otros discos para salir que están listos y esperando su oportunidad. Tengo otros discos listos que aún no tiene nombre y la idea es grabarlo el próximo año. Son tres, los discos que están casi listos para ser grabados cada uno con sus temas, pero ya estoy buscando otros. Es que vengo atrasado para el lanzamiento de esos discos, pero ya estoy con ganas de producir otros.
José Pérez Vargas
Es músico compositor, bajista y contrabajista, egresado como intérprete musical en bajo eléctrico especialidad jazz en la Escuela de música popular de Avellaneda Buenos Aires (E.M.P.A.). Ha grabado y tocado con músicos tanto en Brasil, Italia, Argentina, Chile, Austria, Alemania, Estados Unidos y Suiza.
Estudió la licenciatura de música en la Universidad de Playa Ancha, Valparaíso, Chile. Estudió armonía con Eduardo Orestes, y ensambles con Boris Gavilán, destacados músicos de jazz de Valparaíso.
En Buenos Aires, tomó clases de bajo con Alejandro Herrera y Carlos Madariaga , armonía y arreglos con Ariel Goldemberg y actualmente lidera su propio grupo José Pérez Vargas Grupo con el cual grabó su primer EP como líder llamado Kosen-Rufu.