Jornada de lucha de trabajadores de super, hipermercados y mayoristas en todo el país, en reclamo de la apertura de paritarias, salarios que cubran la canasta básica y protocolos que frenen la proliferación de contagios de covid-19 en las sucursales.
Aunque con tendencia a la baja, movida por la apertura de nuevos comercios de cercanía y un futuro sombrío, super, hipermercados y mayoristas, han resultado ser uno de los pocos sectores que ganaron durante los meses de pandemia. Sin embargo, detrás del mostrador, muchos de sus trabajadores, considerados esenciales, siguen percibiendo salarios por debajo de la canasta básica y no tienen perspectivas de mejoras, ya que la paritaria está cerrada.
En ese marco, hoy -19 de agosto- realizan en el AMBA y en varias provincias -Mendoza, Córdoba Tucumán y Santa Fe, entre las principales-, una jornada de lucha en reclamo de la reapertura de la negociación salarial, el pago de bonos a todos los empleados, que no se produzcan despidos y un mayor control de la aplicación de los protocolos sanitarios para evitar los contagios, dada la multiplicación de casos que se han registrado en estos locales.
La protesta es impulsada por las agrupaciones de 26 de Septiembre de Lanús y Avellaneda, 1° de Mayo, Delegados Autoconvocados de Coto, Fortaleza Mercantil, Frente de Agrupaciones Mercantiles Argentinas (FAMA), Unión de Trabajadores Mercantiles (UTM) y La Naranja Comercio, todos enfrentados al sector que comanda el eterno Armando Cavalieri.
El secretario adjunto de FETIA (Federación de Trabajadores de la Industria, Afines y Servicios), Gustavo Fernández, que integra la CTA Sur, y empleado en Makro Avellaneda, detalló que “el sueldo básico de un trabajador es de apenas $37.000 y no alcanza a cubrir la canasta básica, ni siquiera con adicionales por trabajar domingos o feriados”.
En diálogo con este medio, el dirigente gremial consideró que ante el retraso del poder adquisitivo de sus sueldos es “imperioso” reabrir la instancia de negociación, como lo han hecho gremios como Camioneros o Bancarios.
Fernández opinó que un empleado supermercadista debería cobrar como mínimo $50.000, pero eso significaría conseguir una suba del 35%, lo que a fin de año podría dejarnos debajo de la inflación”.
Respecto al pago pago de bonos adicionales, que reciben por pertenecer al rubro esencial, aseguró que no se realiza de manera homogénea. En Makro, por ejemplo, abonan $2.500 por mes, aunque ello está supeditado al presentismo, por lo que el que se enferma o falta no lo cobra; Carrefour sólo abona un bono de $6.000 a quienes se desempeñan en el sector cajas; mientras que Vital y Cencosud vienen pagando $5.000 durante los últimos cuatro meses.
“Los trabajadores de Comercio queremos mejores salarios, mejores condiciones de empleo, y también conformar los Comités Mixtos de Seguridad e Higiene, que nos permitiría tener injerencia en la aplicación de medidas sanitarias tan necesarias en este momento”, concluyó el gremialista.
El 22 de agosto realizarán un plenario virtual de delegados para realizar un balance de la jornada de hoy y definir la continuidad del plan de lucha.