Los trabajadores del sector agroindustrial agrupados en la Unión de Recibidores de Granos y Anexos (Urgara), el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de San Lorenzo (SOEA) y la Federación Aceitera (Ftciodyara) ratificaron este miércoles el paro por tiempo indeterminado que mantiene paralizados desde hace quince días todos los puertos exportadores del sector agroindustrial en la región de San Lorenzo, Timbúes y Puerto San Martín.
Está afectando a la totalidad de puertos agroexportadores del país de las empresas Cargill, Bunge, ADM, Dreyfus, Glencore, COFCO, Terminal 6, Molinos Río de La Plata y Aceitera General Deheza (AGD), como así también a las plantas que proveen el mercado interno, todas empresas agrupadas en la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y en la Cámara de Puertos Privados Comerciales (CPCC).
La protesta de los aceiteros, a la que se sumaron el martes los gremios de la Intersindical Marítima y Portuaria del Gran Rosario, mantiene suspendidas las actividades del Cargill, Bunge, ADM, Dreyfus, Glencore, Cofco, Molinos y Aceitera General Deheza, todas empresas agrupadas en la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara).
En un conflicto cada más tenso, el Ministerio de Trabajo convocó a las partes a una nueva audiencia de conciliación –la número 17, según fuentes de la cartera laboral- que tendrá lugar el martes 29 a las 11 horas.
La protesta de los trabajadores aceiteros seguirá en los próximos días, incluso durante la Nochebuena y el 25 de diciembre porque “la intransigencia de las patronales agroexportadoras que se niegan a completar la pauta salarial del 2020 y dar un aumento digno para el 2021” sostuvieron desde Urgara e informaron que “continúan sin recibir propuestas serias dignas de ser analizadas”.
En un comunicado conjunto titulado “Navidad en huelga” los gremios denunciaron que la parte empresaria está buscando “disciplinar a los trabajadores y conjuntamente enviar un mensaje para el resto del empresariado y la clase trabajadora: la reactivación económica que se espera para el 2021 se la quedarán las empresas, en este caso tres o cuatro vivos que forman un oligopolio, y la salida de la pandemia tan esperada no traerá alivio para las familias que viven de su trabajo, sino que irá a engrosar las ganancias del capital concentrado”.
Desde los sindicatos aseguran que la diferencia más fuerte que subsiste entre ambas partes se resume en lo siguiente: ya resuelta la recomposición salarial del 2020, para el primer tramo del 2021 los aceiteros exigen un 25% de incremento con un único pago en enero. Las cámaras, por el contrario, ofrecen un aumento fraccionado en tres cuotas en los primeros siete meses del año (13 en enero, 6 en abril y 6 en julio).
Desde el frente gremial rechazaron la propuesta presentada ayer por la parte empresaria, señalando que “el aumento que proponen a los aceiteros -que no recompone el salario del 2020 y se escalona hasta dentro de 8 meses- sería “no remunerativo”. Esto quiere decir que las empresas que más ganan no piensan pagar las cargas y contribuciones patronales correspondientes, desfinanciando al Estado nacional en un momento crítico como el que atravesamos desde la llegada de la pandemia. La quieren todas para ellos”.