Maga Lalo presentó su reciente álbum de estudio Rota de Tango en el escenario de Circe Fábrica de Arte, en un show en el que abundó la calidez, la espontaneidad y la empatía y cercanía de la cantante con el público que no escatimó aplausos y comentarios en voz alta que le dio a la noche su tinte original.
En este su primer registro fonográfico, Maga se aferró a los tangos clásicos y los trajo a su escenario como un rescate del olvido, pero además los reivindicó por mandato de su corazón, su emoción por interpretar estas historias que, por lo visto, la atraviesan en cuerpo y alma.
Tangos de los años 20, 30 y 40 del siglo pasado y sus amores desencantados volvieron relatarse y en ese relato aparecen súplicas de “libertarme” y de labios que alguna vez albergaron una “maldición”.
Por la dulce voz Maga y su canto sin moldes previos transitaron estas historias que en lo esencial se repiten pese a las décadas transcurridas y se recrean una y otra vez, sin perder vigencia y se colocan en un horizonte alto y constante que es como “secarse en una timba y armarse para volverse a meter”.
Para que sucediera el milagro del regreso de estos tangos a un escenario de Buenos Aires, tuvo que existir una cantante que logró emocionarse con estas letras que transforma en algo tangible esas historias que cuentan de hombres que pasan por la vida “penando un querer” o aquellos que descubren “destellos” en el alma dejados por un amor.
Con su armoniosa voz produjo ese milagroso reencuentro de estos tangos con su público de hoy y ahora. Queda al descubierto una forma de interpretar sin modelos, sin la impronta clásica exigida por ciertos círculos que se autoproclaman tangueros.
En ese rumbo y con la simpleza y nobleza que ofrece el acompañamiento de una guitarra como soporte musical de esta propuesta y que permitió que esa guitarra de Ignacio “Nacho” Fernández alcance el nivel de interpretación. Esto significa que hizo mucho más que acompañar, también es el arreglador de estos temas elegidos.

Propuestas como estas, deja abierto el camino a otras que rejuvenezcan al tango; esto hizo Maga Lalo con Rota de Tango que concibió un discurso en base a personajes y pequeñas geografías que afirman que, en materia de tango, no está todo dicho.
Rota de Tango fue grabado en estudios Fort Music por Jorge Portugués Da Silva y Norberto Villagra y única presentación en Buenos Aires junto a Ignacio Fernández en guitarra, Emiliano Reinoso en piano y Martín Cecconi en bandoneón.
A partir de la frase de Ernest Hemingway “todos estamos rotos, así es como entra la luz”, la artista selecciona un puñado de composiciones del género desde un sonido actual, con temáticas que buscan alejarse de los mandatos de la época, con el objetivo de revalorizar el rol de la mujer otorgándole visibilidad a las compositoras de principios de siglo XX. “Besos Brujos”, “El adiós” de Maruja Pacheco Huergo o “Pero yo sé”, de Azucena Maizani, entre otras perlas del género.
En una entrevista con El Ágora, Maga Lalo se explayo sobre este su primer fonograma –está disponible en todas las plataformas-.
¿Por qué el tango y por qué los clásicos?
Porque e tango es donde mi mundo sensible despliega sus múltiples formas. Intensidad, delicadeza, profundidad, pasión y vulnerabilidad, todo se enlaza de un modo casi perfecto.
Eso tiene también esa forma de interpretar con mayor libertad y sin los estereotipos que suelen tener los y las cantantes de tango.
Sí, es que no tengo modelos de cantantes clásicas, aunque es cierto que los tangos que elegí para este reportorio lo son. Pero la idea siempre fue cantar de una forma desestructurada y con cierto aire renovador, aunque no sé si la palabra ‘renovador’ es la justa.
Pero sí hay una diferencia sustancial…
Siempre traté de encontrar un estilo; de todas formas, hace varios años que canto y la experiencia me ayudo a cantar de este modo.
¿Siempre con el tango o transitaste otros géneros?
Canté algo de folklore y el bolero y hasta participé en algunos grupos, pero el tango me sedujo y es por ahí. Me seduce las historias, lo melancólico, lo oscuro y la “mugre” del tango y con eso me va bien.
Si bien son tangos de las primeras décadas del siglo pasado, tu forma de interpretarlos en de este siglo…
Es que las historias son las mismas; en los años 20 ó 30 a la gente le pasaba lo mismo que les pasa hoy, entonces lo encuentro tanta diversidad de historias. Las personas del año 20 sienten casi lo mismo que un siglo después, más allá de las coyunturas sociales.
Lo renovado de estos tangos es la forma en la interpretación…
Si, parece que es así, pero no es algo buscado o pensado de antemano. Lo canto como lo canto; no lo plateo como un objetivo: ‘ahora lo canto de esta forma’. No lo pensé de esa forma y es más natural, quizás sea poco ortodoxo y poco académico, pero es así. A todos artistas, o cantantes de tangos, los clásicos se los aborda siempre como una novedad. Y seduce al público porque esa interpretación es singular.
Sin embargo, las letras te atraviesan los sentimientos.
Son profundas y las interpreto y me emocionan algunos de ellos que me obligan a estar un poco dentro de la historia y otro poco afuera, porque me emocionan y me falta la voz. Y no sé si eso es bueno.
Los temas
Maga Lalo no estuvo sola en este proyecto, la acompañaron Ignacio Fernández en guitarra y arreglos; Emiliano Reinoso, en piano y arreglos en El Adiós, Negra María y Gloria.
- Pero yo sé (Azucena Maizani, 1928) 2.30.
- Esta noche de luna (Héctor Marcó/José Francisco García y Graciano Gómez, 1943) 3.56.
- Destellos (Juan Andrés Caruso/ Francisco Canaro, 1924) 2.45.
- Besos Brujos (Alfredo Malerba/Rodolfo Sciammarella, 1937) 2.41.
- Sin palabras (Enrique Santos Discépolo/Mariano Mores, 1946) 3.38.
- Muchacho (Celedonio Flores/Edgardo Donato, 1926) 2.37.
- Negra María (Homero Manzi/Lucio Demare, 1941) 3.21
- El adiós (Maruja Pacheco Huergo, 1938) 3.38.
- Gloria (Armando Tagini/Humberto Canaro, 1924) 2.48.
Magalí es musicoterapeuta y trabaja en salud hace más de 10 años. En lo musical, sus estudios y trayectoria incluyen la formación académica y con renombrados docentes de canto popular y técnica vocal, como Katy Viqueira, y Moira Santa Ana. Entre otros estudios musicales de piano y guitarra, también se ha dedicado a la enseñanza de canto durante algunos años.
