Ondeando banderas y vestidos de blanco, miles de personas marcharon en la capital de Colombia, Bogotá, el domingo para exigir el fin de las protestas y los bloqueos de carreteras, así como para expresar su apoyo a las fuerzas de seguridad, luego de un mes de manifestaciones.
Las conversaciones entre el gobierno y los líderes de las protestas nacionales se reiniciarán el domingo, después de estancarse la semana pasada. Sin embargo, el Gobierno dice que si no se levantan los bloqueos no hay condiciones para negociar el pliego de emergencia, que inicialmente consta de siete puntos; pero a su vez el Comité del Paro asegura que el ejercicio de la protesta debe generar traumatismos en el funcionamiento regular de la sociedad, y que son los bloqueos lo que le da sentido de urgencia a la negociación
Las protestas generalizadas comenzaron a fines de abril en oposición a una reforma fiscal ahora retirada, pero desde entonces se han expandido para pedir un ingreso básico, oportunidades para los jóvenes y poner fin a la violencia policial.
El mes de las protestas ha estado plagado de violencia. Hasta ahora, el gobierno nacional ha vinculado 17 muertes de civiles y la muerte de dos policías a las protestas, mientras que grupos de derechos humanos dicen que las fuerzas de seguridad han matado a decenas de civiles.
En la tercera ciudad más grande de Colombia, Cali, 13 personas murieron durante un día de protestas el viernes, dijo el sábado el alcalde Jorge Iván Ospina, y enfatizó que no estaba seguro cuántas de ellas estaban relacionadas con manifestaciones.
La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió el domingo que los responsables de la violencia en Cali rindan cuentas. “Pido el fin de todas las formas de violencia”, dijo en un comunicado, pidiendo una investigación sobre las muertes y lesiones.
Si bien el lunes se alcanzó un “preacuerdo” para futuras negociaciones, desde entonces los organizadores de la huelga han acusado al gobierno de estancar deliberadamente las conversaciones al no firmar el acuerdo.
El gobierno dice que los líderes de la protesta deben condenar los bloqueos de carreteras como parte del preacuerdo, calificando el punto como no negociable.
Más del 70 % de la carga que se genera en Colombia se mueve por carretera. La situación es particularmente compleja porque Colombia no cuenta con un sistema de transporte de carga que respalde el de carretera. Por un lado, solo está activa la mitad de la red férrea construida, y se usa parcialmente; por otro, el río más importante del país, el Magdalena (cruza once departamentos y desemboca en el mar Caribe), no cuenta con condiciones que garanticen su navegabilidad.
Nidia Hernández, presidenta de Colfecar, uno de los gremios más importantes de empresarios del transporte de carga, aseguró a el diario El Espectador, que durante este paro la situación del sector ha sido crítica, incluso más que en abril de 2020, que fue el peor mes de la pandemia: “el movimiento de carga durante el tiempo de protesta ha presentado una reducción de 0,4 % con respecto al mes pasado”. De acuerdo con su reporte, los bloqueos han afectado al menos a 29 departamentos del país.
Fuente: Reuters/ El Colombiano/ El Espectador