La intérprete de boleros Nadiah Demarco, ofreció un recital en el Salón Auditorio Jorge Luis Borges, de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, el pasado jueves 14 de octubre. Se presentó la Dama del Bolero, tal como se la conoce en el ambiente del género y en países como México y Perú en los que ha transitado sus escenarios, con singular éxito.
Respecto del recital Demarco afirmó que: “Estamos orgullosos de estar en ese escenario que tiene 42 shows al año y ser parte de esos eventos es algo maravilloso para nosotros. Es hermoso el lugar y que nos permitan hacer allí nuestro espectáculo, es un honor”, destacó Nadiah Demarco en una entrevista previa con El Ágora.
La acompañaron Marco Hernández en guitarra, voz, dirección y arreglos musicales; Fabrizio Troilo en primera guitarra y voz; Gustavo de León en piano; David Battagliese, en percusión; Oscar Petrongari en percusión; y Matías Hernández, en bajo. Ellos forman la mítica Formación Estable del Club del Bolero que desde hace años siguen los pasos de Demarco.
“Con Fabrizio Troilo en la primera guitarra, hicimos una remembranza de la época del Trío Los Panchos, pero en algunos tramos y en canciones específicas, pero en guitarra y con una sonoridad más actual”, se explayó la cantante al ser consultada sobre lo nuevo y lo tradicional del bolero, sin duda, “el género musical más romántico de Hispanoamérica y desde este y otros escenarios, hacemos todo lo posible para que el bolero vuelva a ser una música popular”, destacó.
El show tuvo todo el romanticismo necesario para definirlo como un espectáculo de boleros y que quedó demostrado que son eternos y que nadie escapa a los sentimientos que aborda con tanta nitidez el género musical qué con sus letras y su cadencia musical única y reconocible, llega a lo profundo del corazón y del alma.
Y de eso se trató toda la puesta en escena de este recital, con un sexteto que sonó impecable, melodioso y con una sonoridad propia que resultó de la entusiasta y férrea dirección de Marco Hernández que logró otorgarle a la agrupación un sólido y propio color musical.
A la cristalina voz de Demarco, su notable acento abolerado, propio de un género exigente a la hora de la interpretación, se le sumó la cercanía con el público, una empatía natural que despertó cierta complicidad a la hora de cantar y batir palmas.
Un componente importante del show fueron las historias y anécdotas de cómo fueron compuestos algunos boleros; algunos graciosos y otros desgarradores. Entre ellos Nadiah contó que el compositor Álvaro Carrillo, quién mientras tomaba whisky besaba a su esposa y ésta en un momento le reprocha sus besos con olor a la bebida, él le dice “es que quiero que tengas Sabor a Mi”. Así nació este bolero que es un clásico del género.
Otro tema clásico es “Nosotros” que compuso Pedro Junco al amor de su vida. Músico y bohemio cubano, se enamoró de una joven de familia adinerada a quien tuvo que ver a escondidas del padre de ella; pero Junco, de 23 años, se enfermó de tuberculosis y fue internado en un hospital, sin que su amada se enterara. Mientras estaba internado y sabiendo que moriría, le escribió una canción que cantó un amigo suyo en un programa de radio y que la novia escuchó el mismo día en que Pedro moría en el hospital.
Estas historias y otras narradas desde el escenario de la Biblioteca Nacional y de anteriores recitales, son la diferencia sustancial que pueden ofrecer otros recitales de boleros. Son resultado de una minuciosa investigación que realizó Demarco de este género musical, tan extendido y tan poco conocidas sus historias.
El show transitó estas historias y otras, de la mano de un repertorio varado, poblado de clásicos, superclásicos. “Canciones que no nacieron como boleros, como La Gata Bajo la Lluvia, que inmortalizó Rocío Durcal y que hoy se canta en forma de bolero”, comentó la artista y añadió que “tengo un repertorio de 400 boleros y acotarlo a tan sólo 20 es una tarea ardua”.
Origen del bolero
Y sobre su investigación y cómo se decidió a cantar boleros contó: “Cuando decidí cantar boleros, lo tomé como una responsabilidad y no sólo como un género, sino también a partir de su historia. Resulta que comencé a cantar bolero porque mi bisabuela escuchaba boleros y en mi casa también; crecí escuchándolos. Los tenía incorporados y los cantaba, pero no sabía que cantaba un género y cuando me decidí a seguir en este camino comencé a investigar cómo y dónde nació y porqué se gestó. Algunos dicen que nació en España, pero el bolero español no es el mismo del bolero de América Latina. Nace en Cuba en el momento que allí sólo se escuchaba el Son cubano y cómo rápidamente se traslada a México. El primer bolero escrito data de 1885 por Pepe Sánchez que fue el creador de la Trova Tradicional y no sólo mezcló acordes mayores y menores, sino que también contó una historia de amor. De allí se trasladó con los teatros ambulantes con formaciones de tríos y dúos, a la Península de Yucatán y desde allí a todo México. Por eso se dice que Cuba y México son la cuna del Bolero”.
Estuvo en el recital, el padrino artístico de Demarco, Rafael Basurto Lara, quien fuera la primera voz del Trío Los Panchos, en su último tramo de la carrera artística de la famosa agrupación mexicana y que fue ovacionado cuando se lo nombró desde el escenario.
Romántico y por momentos de ritmo intenso pasaron por la voz y el alma de la interprete temas conocidos, la mayoría de ellos, pero con una sonoridad renovada desde lo musical y una interpretación con mucha frescura que revitalizó al género y demostró que no está todo dicho a la hora de cantar y tocar boleros.
La apertura fue con Historia de un Amor; y le siguió Solamente una vez; Regálame esta noche; Usted; Noche de Ronda; el cálido y sentido En mi viejo San Juan; el cásico Acércate más; Muñequita Linda; Siéntate a mi lado, un tema de Armando Manzanero muy poco conocido; Y Háblame; Quizás Quizás, bolero con su historia; Se te olvida, de Álvaro Carrillo. El primer bolero que fue cortina en una telenovela, comienzos de los años 40 del siglo pasado.
Le siguieron, La Gata Bajo la Lluvia; Frenesí; Qué sabes tú; Volver volver, de Chabela Vargas; Sin ti; Amnesia; Piel Canela; Capullito de Alelí; Nosotros; Sabor a mí; El Reloj; Perfidia; Cuándo calienta el Sol; Cuenta conmigo, en recuerdo a Raúl Parentella; y Bésame mucho. Un cierre a todo ritmo, para una tarde / noche en la desfilaron, la alegría, el amor, lo romántico, la tristeza y las historias del alma y del corazón.
Las fotos son de Nadiah Demarco y el sexteto El Club del Bolero.
