Ante la confirmación oficial del hallazgo de los casos de influenza aviar en Jujuy y en el vecino país de Uruguay en especies silvestres, difundida por la Secretaría de Agricultura de la Nación, la Cámara Argentina de Productores e Industrializadores Avícolas (CAPIA) informó que trabaja en coordinación con las autoridades sanitarias y de política agropecuaria “para extremar las medidas de prevención y control de esta enfermedad que puede afectar a las aves los establecimientos productivos del país”.
CAPIA destacó en una comunicación a la prensa y asociados que trabaja “en plena coordinación” con las autoridades sanitarias y de política agropecuaria para extremar las medidas de prevención y control de esta enfermedad, que puede afectar a las aves de los establecimientos productivos.
“Es una muy mala noticia, por las consecuencias que puede traer aparejadas en términos de mortandad de aves y bajas productivas. Pero este es un momento para llevar tranquilidad a los productores y a la población en general, pues al momento se trata de un caso aislado en ave silvestre y estamos con los sistemas activados para mitigar el traslado al comercio”, señaló el presidente de la entidad empresaria, Javier Prida.
Desde CAPIA, instaron a los productores a fortalecer todas las medidas de bioseguridad y ante la detección de aves muertas o con dificultades de locomoción o signos neurológicos, tomar inmediato contacto con el Senasa.
CAPIA presentó un decálogo de recomendaciones y definiciones para actuar y entender la enfermedad:
— Varios factores pueden contribuir a la propagación del virus de la influenza aviar, como globalización y comercio internacional, producción avícola y venta (mercados de aves vivas), aves silvestres y rutas migratorias.
— En las aves, el virus de la influenza aviar se elimina en las heces y las secreciones respiratorias, y puede transmitirse a través del contacto directo con las secreciones de las aves infectadas o indirecto, a través del agua contaminada.
— Las aves silvestres migratorias, en especial las acuáticas, son huéspedes y reservorios naturales del virus de la influenza aviar. En sus tractos intestinales o respiratorios, pueden transportar las distintas cepas. Según la cepa del virus y la especie de ave, el virus puede resultar inofensivo o fatal para el animal.
— La exposición directa de las aves de corral a las aves silvestres es el factor de transmisión más probable. Por lo tanto, es fundamental limitar su exposición a las aves silvestres para reducir al máximo el riesgo de introducción de la influenza aviar.
— Los brotes pueden tener consecuencias económicas graves para la industria avícola, la sanidad de las aves silvestres, los medios de subsistencia de los productores y el comercio.
— Los productores pueden sufrir un nivel de mortalidad elevado en sus bandadas, con un porcentaje aproximado del 50%.
— La transmisión de las aves a los seres humanos suele ser esporádica y se produce en un contexto específico. Las personas que están en contacto estrecho y repetido con aves infectadas o con entornos muy contaminados deben redoblar las medidas de prevención para mitigar el riesgo.