La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) se pronunció a días del comienzo del 2025 sobre el impuesto a los Derechos de Exportación, al considerar que “por años ha oprimido al campo argentino, no solo ha frenado la inversión y la competitividad, sino que ha castigado a quienes trabajan la tierra y hacen lo que saben; producir”.
Es por ello, que ponen nombre y apellido para que se elimine este gravamen. Le solicitan al presidente Javier Milei que tome esta medida porque “su eliminación no es solo un pedido urgente del campo, sino del interior productivo; y es una necesidad para reactivar la economía, recuperar confianza y construir un futuro de progreso y equidad”.
La entidad rural considera que es “uUn impuesto distorsivo que fue utilizado por los distintos gobiernos sin miramientos internos de eficiencia, repletos de casta, corrupción, desprecio por la libertad, y que destrozaron el mérito que existe en quienes se esfuerzan”. Y agrega: “Sin productores, no hay producción”.