El sistema bancario argentino “cuenta con una liquidez en moneda extranjera por arriba del 80%”, con lo cual “no existe riesgo en corto plazo de que Argentina sufra un estrés financiero”, aseguró un informe de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV).
El análisis del Observatorio de Políticas Públicas de la Undav indicó que “en los últimos meses se instaló la hipótesis de una supuesta insustentabilidad del sistema financiero local” y señaló que “se fundaron en el clima de incertidumbre por la crisis y una incipiente salida de depósitos”.
Para el Observatorio “el principal factor de la caída fue la salida neta de divisas, por la posición en general vendedora del BCRA para sostener al tipo de cambio con una estrategia administrada. Esto último es lo que viene preocupando al gobierno, dado que viene costando en los
últimos meses acumular las tan necesarias reservas”.
Sin embargo, remarcó que “los datos económicos reales, no muestran una situación crítica”, y puntualizó que “de hecho, a pesar del estrés de los últimos meses vinculado al coronavirus, el sistema financiero argentino muestra indicadores de alta solidez”.
Destacó que “a pesar de la doble crisis del default y la pandemia, la morosidad del sistema financiero no aumentó significativamente”. Además, puso de relieve que “Argentina es uno de los países con menor grado de endeudamiento de las familias, como porcentaje del Producto Bruto Interno (PBI)”.
Así, precisó que “nuestro país cuenta con un 45,5% menos que el endeudamiento promedio de los países de la región”.

El principal demandante, dentro de clientes de entidades, fue el sector Privado no Financiero, que en agosto demandó USD1.195 millones.
Dentro de dicho sector encontramos al sector de complejos de oleaginosas y cereales, que por la exportación de productos (el agro es el principal exportador del país), vendió en agosto USD1.503 millones. Por otra parte, el resto de los sectores demandaron divisas.
El sector real (excluyendo oleaginosas y cereales) demandó en agosto USD1.606 millones (para pagos de importaciones, por ejemplo), mientras que las personas humanas compraron US$920 millones y los inversores institucionales USD173 millones.
El análisis remarcó que “con datos al 25 de setiembre último, los depósitos privados en dólares se encuentran en USD16.453 millones, y si sumamos el total, rondan en torno de USD18.740 millones”.
Por el lado de los préstamos, indicó que “hoy hay alrededor de USD6.000 millones en préstamos”, y subrayó que “esto significa que la liquidez de los depósitos hoy es de 67,6% en el total, y si se tiene en cuenta sólo los depósitos privados, la liquidez es del 63,1%”.
Explicó que “la liquidez total está compuesta, por un lado, de cuentas corrientes en dólares en el Banco Central, que representaron en agosto el 56,9% del total”. En el informe se puntualizó que “por el otro, aparece el efectivo en dólares que disponen los bancos, que representó el 17,6% del total”.
Señaló además que “en materia de liquidez amplia, los bancos privados mejoraron su posición interanualmente”, y remarcó que “en julio del corriente año el indicador se ubicó en 73,6%, más de 5% con respecto al mismo período del año pasado, que fue de 68,5%”.
También indicó que “de igual modo, los bancos privados nacionales registraron en julio una liquidez amplia de 73,8%”, y destacó que significó “una leve suba en relación con mismo mes del año pasado, cuando se ubicó en 72,2%”.

“Los bancos privados extranjeros fueron los que tuvieron una mejor performance interanual, ya que en julio del presente año el indicador se ubicó en 23,2%, un 6,4% por encima de lo registrado en 2019, cuando alcanzó el 16,8%. Por su parte, los bancos privados, mejoraron su posición, puesto que en el corriente año el indicador ascendió a 24,5%, mientras que en igual período del año 2019 fue de 18,4%. A su vez, los bancos privados nacionales con un 25,8% en julio del 2020 arrojaron una diferencia positiva de 5,6%”.