El 11 de marzo marcó 2 años desde que la OMS nombró al covid-19 como una pandemia. A nivel mundial superan 539.330.101 personas infectadas por covid en 188 países con 6.319.573.
En Argentina el Ministerio de Salud de la Nación en el reporte del 19 de junio informó que hubo 28.039 nuevos enfermos durante la semana, con un total de 9.341.492 contagiados en el país desde el inicio de la pandemia. En la última semana, se notificaron 22 muertes y la cantidad total de fallecidos es 129.016.

Los territorios con más personas infectadas desde el comienzo de la pandemia son EE. UU. (86.268.141), India (43.309.473), Brasil (31.704.193), Francia (30.381.221), Alemania (27.211.896), Gran Bretaña (22.701.520), Rusia (18.132.261), Italia (17.896.065), Turquía (15.072.747), España (12.563.399) y Argentina (9.319.573). Con los nuevos contagios el país se encuentra en el décimo primer lugar entre los países con más casos de coronavirus, según el reporte de la Universidad de Medicina John Hopkins.
A nivel de casos la provincia de Buenos Aires fue la más afectada por la pandemia con 60.217 fallecidos y las provincias con menos muertos fueron hasta la fecha Tierra del Fuego seguida por Catamarca.
A nivel nacional la ocupación en Unidades de Terapia Intensiva es del el 43,4% con 367 enfermos. De acuerdo con el Monitor Público de Vacunación, el total de inoculados asciende a 40.825.664 de los cuales 37.561.233 recibieron dos dosis y 3.084.831 con dosis adicional, mientras que las vacunas distribuidas a las jurisdicciones llegan a 112.369.242.

INTERNACIONALES
TRATADO DE PANDEMIA
El 14 de junio, la OMS publicó un borrador anotado del tratado prospectivo de prevención, preparación y respuesta ante pandemias. El tratado está siendo redactado actualmente por un órgano de negociación intergubernamental que representa a los Estados miembros de la OMS, con el objetivo de establecer un sistema global para desarrollar y mantener la resiliencia ante pandemias y otras amenazas de enfermedades a gran escala. El borrador del esquema no contiene muchos detalles, pero presenta un marco de áreas temáticas prioritarias que se incluirán en el tratado. El esquema está organizado de manera que aborde la equidad, los sistemas y las herramientas, la gobernanza y el liderazgo, y el financiamiento para las 4 fases clave de la preparación para una pandemia: prevención, preparación, respuesta y recuperación. El borrador incluye algunos elementos específicos en algunas secciones, así como marcadores de posición para las secciones sobre One Health, acceso y distribución de beneficios, cooperación científica, alfabetización en salud, y cuestiones de gobernanza más amplias. El objetivo declarado es finalizar el texto del tratado a tiempo para su consideración en la77.ª Asamblea Mundial de la Salud en 2024 , y persiste una incertidumbre considerable con respecto a la estructura y el contenido finales del tratado.
Es importante destacar que expertos independientes de todo el mundo están publicando sus propias recomendaciones sobre el alcance y el contenido del tratado. En una carta publicada esta semana, Women in Global Health enfatiza la importancia de incluir un lenguaje explícito para proteger a los trabajadores de la salud. Argumentan que un tratado que se centre únicamente en las responsabilidades y acciones gubernamentales, los suministros y productos farmacéuticos y no farmacéuticos y los pacientes sería insuficiente para garantizar un entorno seguro y de apoyo para proteger a los trabajadores de atención médica de primera línea, que son fundamentales para la respuesta a la pandemia. Investigadores de la Universidad de Georgetown(EE. UU.) enfatizan que el tratado debe estar informado por la evidencia actual disponible para identificar políticas, sistemas y capacidades apropiados. Describen 12 elementos clave que deben incluirse en un tratado basado en evidencia, que abordan ampliamente 4 facetas clave de la resiliencia pandémica: “(1) reducir el riesgo de contagio, (2) reducir el riesgo pandémico, (3) reducir los impactos pandémicos y ( 4) garantizar la recuperación y la resiliencia”. Sus 12 elementos clave abordan la interfaz humano/animal/ambiental, el fortalecimiento de la salud pública y los sistemas y capacidades de atención médica, la investigación y el desarrollo de contramedidas médicas (MCM), la selección de políticas y acciones gubernamentales de respuesta apropiadas, la transparencia y responsabilidad del gobierno, las cuestiones legales y la equidad y justicia.
Con información de ANSA/ Ministerio de Salud de la Nación/Centro Johns Hopkins.
