Se presentó en la sala Moscú Teatro, la obra Salve Regina, una pieza teatral que llegó a nuestro país desde Barcelona y que ya se presentó en la ciudad de Bariloche y ahora desembarca en Buenos Aires de la mano de la actriz Ángela Palacios quien también es coautora junto a Paloma Remolina.
La pieza teatral, en formato unipersonal, aborda la cuestión de la maternidad como un mandato cultural que a muchas mujeres les cuesta resolver en esta sociedad de principios del Siglo XXI.
Con gran despliegue corporal y una actuación más que convincente, Ángela Palacios nos muestra una Regina vulnerable, sola a la hora de tomar decisiones, con pocas certezas y más preguntas que respuestas.
Más allá del dramatismo que supone un tema delicado como el asumir y concretar ser madre, Regina se muestra empática y con una comunicación con el público fluida y risueña, pero que muestra todo el tiempo un trasfondo complejo, problemático y repleto de una ansiedad que no encuentra un techo.
El personaje a lo largo de la obra construye una serie de estereotipos de mujer embarazada, de la que quiere embarazarse a cualquier precio y en circunstancias casi extremas. Y aquella que recibe toda clases de explicaciones de cómo concebir y cómo se van cerrando caminos hacia esa posibilidad de una mujer de 36 años (casi 37) que ya no le queda demasiado tiempo biológico.
Y en un casi permanente diálogo con su terapeuta, a quien le reclama por tanto silencio pero que gracias a ella se inscribe en un grupo y logra mediante una performance poner en blanco sobre negro su situación, la misma que denota que no está nada bien y que a su edad (36 casi 37) ha comenzado a plantearse seriamente si quiere ser madre.
Un meteórico balance de su vida, la muestra sin pareja estable, por lo que una opción es ser madre soltera y allí comienza el derrotero de las posibilidades que tiene a mano, casi sin saber –o al menos intuyéndolo- saldrá a la luz, desde el modelo familiar, el amor a su hijo, la crianza de este y hasta parte de la historia de su vida, pone en jaque a Regina.

La misma Regina que transita buena parte de su intimidad y no duda en ponerlo al desnudo; pero son sus pensamientos, sus cavilaciones, sus deseos y miedos profundos. Todo ello, en el marco de una actuación repleta de matices: emociona, hace reír, estremece y un final poético que invita a la reflexión sin importar el género.
Regina aparece un carrito de supermercado lleno de muñecos, con los que incorpora a escena dentro de un espacio delimitado por el que transita junto a sus dudas, sus intimidades y, sobretodo, sus miedos. Todo es digno de una lectura.
La sigue la iluminación, muy bien diseñada y oportuna, junto a un vestuario colorido y extravagante que pinta de cuerpo entero a Regina quien recobra vida en la de Ángela Palacios.
En palabras a El Ágora, la propia actriz y dramaturga explicó: “Plantearme la cuestión de la maternidad y de mi propia posible maternidad me ha acercado inevitablemente a reflexiones más profundas que tienen que ver con la trascendencia, el sentido de la vida y la existencia de Dios”.
Para luego añadir que “creo que traer nueva vida a este planeta nos enfrenta, aunque noqueramos a esa cuestión. Traemos vida y la muerte aparece de lamano. Entonces, ¿hay algo más? Igual que nos preguntamos si hayalgo después, con el nacimiento de un bebé, nos preguntamos,¿qué había antes? En definitiva, de dónde venimos. ¿Qué es el alma?Esa alma nueva que aparece entre nosotros. ¿Existe realmente?”.
Dos párrafos de la obra que muestra ese trasfondo ineludible.
“Tengo 36 años, casi 37 y tengo miedo a desaparecer. Tengo miedo a volcarme tan por entera en un ser completamente indefenso que me lleve a olvidarme de mí, de lo que fui, de lo que hice, de lo que deseé, de lo que conseguí, por lo que luché”.
“Quisiera preguntarles, debería hacerlo, a todas aquellas amigas madres si se han sentido desaparecer, disolverse, enmudecer, no volver a dormir tranquilas por si el dolor y la muerte golpea la puerta de sus hijos inocentes.”
Una obra tierna y contundente, dentro de una actuación brillante que resultó Ganadora CATBASUR 2019 eI Festival Internacional de Teatro Unipersonal, Premio del Jurado y Premio del Público, entre otros.
Dramaturgia: Ángela Palacios. Vestuario: Ángela Palacios, Paloma Remolina. Escenografía: Ángela Palacios, Paloma Remolina. Peinados: Sergio Esche. Ambientación Sonora: Alba Rubió. Maquillaje: Sergio Esche. Video: Carlos Martín Peñasco. Diseño De Iluminación: Paloma Remolina. Fotografía: Carlos Montilla. Diseño gráfico: Marí¬a Lacartelera. Asistencia técnica: Jan Ugarte, Roser Vallvé. Producción: Ángela Palacios. Dirección: Paloma Remolina. Composición Musical: Alba Rubió. Actuación: Ángela Palacios.
La Compañía
Los espejos son para mirarse es una plataforma de creación multidisciplinaria radicada en Barcelona, que utiliza todas las disciplinas artísticas a su alcance para expresar todo lo que necesite ser contado.
Su primera producción fue la obra de teatro “Mirta en Espera”, multipremiada pieza y alabada por crítica y público que estuvo en cartel durante siete años desde su estreno en 2015. La segunda fue la película documental, “De Eso no Hablamos”, un viaje íntimo que retrata el duelo por la muertede la madre de la autora.
Su fundadora es Ángela Palacios, (www.angela-palacios.com), que cuenta con importantísimas colaboradoras y colaboradores en el recorrido artístico de la plataforma como Carlos Martín-Peñasco, Carlos Montilla, Rubén Rocha, Juan Antonio Puchades, Jan Ugarte, Sergio Esche, Paloma Remolina, Roser Vallvé y Alba Rubió.
Destacan especialmente dos personas para el montaje de “Salve Regina”. Por un lado, la coautora y directora Paloma Remolina y la compositora de labanda sonora original y el espacio sonoro, Alba Rubió.
Ángela Palacios: autora, dramaturga y actriz
Nace en Logroño, en 1984. Es licenciada en Comunicación Audiovisual por laUniversidad de Navarra, con postgrado en Cooperación
Internacional por la Universidad Complutense de Madrid.Se formó en interpretación, dirección escénica y dramaturgia en elLaboratorio de teatro experimental dirigido por Jessica Walker enBarcelona.
Ha dirigido, escrito, producido y/o actuado en diferentes obras teatrales con diferentes compañías, “Mirta en espera” (Producción propia), “Solo creo en el fuego” (Los Prometidos) “Adentro” y “ClimateFighters (Arde Teatro), “200.000 Mueres (Cía. Cándida), “BeyondNumbers” (Kainos Teatro).
En el terreno audiovisual, estrenó en 2019 su primera película documental como directora, “De eso no hablábamos”, en la que aborda un tema familiar con la perspectiva desde donde elabora todos sus proyectos, profundizar hasta la raíz de lo personal para llegar al corazón de lo universal.Su trabajo más reciente es una pieza de radio teatro para el Centro Dramático Nacional con la compañía riojana El Patio.
Paloma Remolina: directora y coautora
Nace en la Ciudad de México en 1987 y se cría en el Caribe Mexicano. Es una apasionada de la auto-investigación y de la creación artística, incursionando en distintas disciplinas como la meditación, el yoga y el tantra, y en el trabajo con el cuerpo a través de la danza, el butoh y la acrobacia, dónde sigue desarrollándose desde el 2008-al presente.
En 2009 se traslada a la Ciudad de México para estudiar en el Centro Universitario de Teatro, ese mismo año participa en el Festival Universitario de Teatro de la UNAM, participando como co-creadora y actriz en “Sueños de una Noche Cualquiera”.
En 2010 se muda a Barcelona, donde estudia desde ese mismo año hasta el 2015 en la Escuela Laboratorio de Barcelona dirigida por Jessica Walker y entra en la compañía Laboratorio Teatro en 2016, participando en festivales como MITIN o Avignon Le Off.
Desde 2014-al presente asiste y trabaja como técnica e iluminadora en la Compañía Laboratorio Teatro. En 2017 entra a formar parte de la Compañía Los Prometidos, diseñando la iluminación de “SÓLO CREO EN EL FUEGO” y desempeñando los roles de Técnica de luz/sonido, Asistente de dirección y Sostén energético.
Alba Rubió: compositora
Nació en Barcelona,1985. Estudia Humanidades y Magisterio de Ed. Primaria(estudios de los cuales es licenciada), dedicándose laboralmente avarios proyectos educativos.
Su periplo musical inicia el 2011 cantando en el dúo Ual•la! Amplía su experiencia musical participando en otros proyectos, en los que
casi siempre se unen teatro y música: En el Sucede de Buenos Aires, con el dúo de música clásica y humor No Chal People, ofreciendo
talleres de música para bebés y sus familias y en varias colaboraciones con otros artistas.
Durante todo este periodo, se forma musicalmente en el Taller de Músicos y en la Escuela de Blues de Barcelona. Estudia varias técnicas vocales con maestras como Marian Barahona (blues), Mariona Castillo y Ola Pla (Voicecraft), Diana Palau y Florencia Otero (jazz), Nuera Fainman (canto moderno), Míriam García (canto andino) y Esther Justel (Speech Level Singing).
Actualmente sigue ofreciendo conciertos y espectáculos con Ual•la!, con la compañía infantil Daquidallà y su proyecto solista.
