Durante los homenajes realizados en el marco de la conmemoración del “Día del Veterano y Veterana, Excombatientes y Caídos de las Islas Malvinas” a modo de documento El Ágora registró algunas entrevistas donde los veteranos relataron lo vivido hace 40 años en el conflicto bélico en el Atlántico Sur.
En primera persona explicaron lo ocurrido cuando tenían apenas 18 y 19 años, muchos de ellos a días de recibir la baja del servicio militar. Así es la historia del veterano de guerra Jorge Blanco que reconoció que “nunca me olvidó de lo que pasó. Todos los días pienso en Malvinas, vivo en Malvinas y duermo con Malvinas”. Y agregó que “en el 82 éramos jóvenes, éramos soldados y cumplimos con la patria”.
Blanco estaba en el Regimiento de Infantería 1 «Patricios» (RI 1), más conocido como Regimiento de Patricios, unidad del Ejército Argentino que tuvo su origen en el cuerpo miliciano formado el 15 de septiembre de 1806 en Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata, luego de la primera invasión inglesa.


El Regimiento dispuso una sola compañía para viajar a las Islas el 13 de abril. El Veterano de Lanús participó de la guerra en el Regimiento que enfrentarían por tercera vez en su historia a los ingleses.
Blanco fue a Malvinas bien de ánimo, quería conocer, recorrer otros lugares, aunque se encontró “con un lugar inhóspito” “frío” y al empezar los bombardeos “había que aguantar la situación”.
Es sabido que los soldados no tenían muchos elementos para enfrentar el frío del sur, el excombatiente confirmó que “no había ropa de recambio” y que “la comida era escasa aunque al principio comíamos dos veces por día pero igual con el frío que hacía no era suficiente”. Además “armar las carpas en el viento era de lo más complicado”.
Blanco subrayó la importancia de la vinculación con los del Continente a partir de la correspondencia que recibían: “Era una emoción ver cuando repartían las cartas y esperabas la tuya. Cuando no te llegaba se te venía al mundo abajo”.
“El clima de guerra lo vivimos siempre pero no llegamos a combatir cuerpo a cuerpo”, y recordó que “veíamos los últimos días el repliegue de los soldados y los bombazos, y pensábamos: nos toca a nosotros”. Con el sinsabor de sentir en el alto el fuego que no pudieron “mantener lo que era nuestro” estuvo tambien el reconocimiento de la importancia de “estar vivos y de volver a casa que era lo que más queríamos”.
El reconocimiento a él y a todos los que participaron del conflicto bélico en las Islas Malvinas.

