En un día complejo por la repentina decisión del Gobierno de cerrar las exportaciones de carne, y la cantidad de reacciones que ello generó, el Congreso Maizar 2021 se desarrolló haciendo honor a su lema: El futuro es hoy. Durante toda la jornada y en cuatro paneles simultáneos, 100 expositores se reunieron para transmitir saberes sobre distintos aspectos que hacen a la producción, comercialización, desafíos y perspectivas del maíz y de sorgo.
Las personas que presenciaron la transmisión, desde la Argentina y otros 14 países, pudieron seguir las charlas de los paneles que reunieron a expertos en distintas áreas del sector público y privado, local y del exterior. El escenario global para las cadenas alimentarias, con las nuevas exigencias europeas del Green Deal, el nuevo gobierno de Estados Unidos y la enorme demanda china; la mirada argentina en la próxima Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de la ONU; el lugar en la bioeconomía y los profundos cambios que consolidó la pandemia; las problemáticas y posibilidades de los cultivos; las formas de influir en las políticas públicas; los avances de las buenas prácticas agrícolas; la percepción pública; el papel de las Agtech; las innovaciones frente a la agricultura digital y el e-commerce, el management de la innovación, la genética,la nutrición, el financiamiento y todos los temas que hacen a esta gran cadena productiva nacional.

En el panel “Escenario global: oportunidades comerciales”, en el que participaron Aude Maio-Coliche, embajadora de la Unión Europea en la Argentina, y Jorge Argüello, embajador de la Argentina en Estados Unidos, moderado por Alfredo Paseyro, director ejecutivo de la Asociación Semilleros Argentinos analizaron el contexto de la pandemia y las posibilidades a partir de los precios de los commodities con niveles históricos .
Aude Maio-Coliche señaló que el acuerdo UE-Mercosur, que se negoció 20 años y del que se prepara la ratificación, va a ser de gran envergadura para el futuro. “Pero hoy la temática medioambiental ha tomado gran importancia, y a pesar de que el acuerdo ya tenía un capítulo sobre el tema, da la impresión de que no es suficiente: tiene que funcionar para ambos lados y para el planeta”, dijo.
En esa preocupación del lado europeo influyeron los incendios en la Amazonia, que llevaron a pensar que “al incrementar el comercio aumentaríamos el riesgo para el planeta, y hay que despejar esas dudas”, señaló. “La UE está a la cabeza en la preocupación medioambiental”, dijo, como muestra el Acuerdo de París, que es jurídicamente vinculante. “Estamos avanzando contra los gases de efecto invernadero (GEI), pero el ritmo de los cambios no es suficiente”, dijo.

La diplomática recordó que, en junio de 2019, “los ciudadanos europeos han votado partidos políticos verdes: se trata de una demanda ciudadana”. La experiencia con la reducción de GEI les demostró que se puede avanzar en sustentabilidad ambiental y, al mismo tiempo, crecer. “El Pacto Verde europeo abarca todos los aspectos de la actividad humana y su impacto en la naturaleza, es un pacto de crecimiento, una hoja de ruta para una economía sostenible”, definió.
La pandemia no los detuvo, dijo, y los países pusieron 750.000 millones de euros para recuperar la economía de forma sostenible, “una recuperación verde y digital”, que aborda la lucha contra el cambio climático y por la biodiversidad de los océanos, con menos desechos, cambios en la producción, el consumo y el transporte. Se prevé reducir el consumo de energía, cambiar el tipo de energía hacia hidrógeno y autos eléctricos; bajar la contaminación de los suelos con agricultura orgánica; se prohíbe el plástico no reciclable y se fomenta la economía circular, y financiar con bonos verdes condicionados a criterios de sostenibilidad. “No sirve hablar de crecimiento o productividad en un mundo que se nos está acabando”, aseveró.
En cuanto a la estrategia De la Granja a la Mesa, explicó que apunta a proteger la seguridad alimentaria y las dietas sanas, y que tiene “objetivos concretos”, como reducir drásticamente la contaminación del suelo, el agua y el aire para 2030, con reducción de plaguicidas, fertilizantes y antimicrobianos. “La Unión Europea es el mayor importador y exportador de agroalimentos, no podemos hacer este cambio sin el resto del mundo. La UE va a apoyar la transición”, dijo la embajadora, y agregó que la Comisión Europea incorporará De la Granja a la Mesa en las estrategias de orientación para los países: “Vamos a trabajar en bilaterales y buscar también resultados ambiciosos en la Cumbre de Nueva York”, aseguró.

Con la mira puesta en la relación con Estados Unidos, Argüello dijo que su misión es “llevar a un nivel superior la cooperación” entre ambos países, y en este sentido señaló que, si bien la administración Biden-Harris tuvo como foco en sus primeros 100 días la pandemia y las urgencias, en los últimos días la relación bilateral se ha intensificado: “Hubo señales, gestos, visitas de alto nivel y presenciales que elevan el nivel de contactos y la relación. Mi visión es muy positiva en cuanto a esta evolución”, señaló.
En relación con el comercio mundial, el embajador dijo que el freno en el producto bruto global provocado por la pandemia dejó en evidencia la debilidad de las cadenas de valor, centrales en un mundo globalizado e interdependiente, ya que los flujos comerciales e inversiones cayeron mucho, lo que trae consecuencias negativas, sobre todo en los países más pobres. “Hay que aumentar la cooperación internacional”, enfatizó. “Las grandes inyecciones monetarias y fiscales de las economías más avanzadas ayudaron, pero solo aumentando la producción de vacunas y haciendo que estén ampliamente disponibles podemos esperar que la economía mundial vuelva a crecer”, aseveró.
“Es preciso revitalizar el sistema de comercio basado en reglas que garanticen la previsibilidad”, condición necesaria para perseguir la normalización, y reducir las distorsiones causadas por una excesiva carga de subsidios y restricciones, indicó.
En cuanto al cambio climático, dijo que Biden reunió a los principales líderes del mundo para hacer frente al principal desafío de este tiempo. “La centralidad de este tema nos presenta una oportunidad especial a nuestros países. La agenda de cambio climático es central para los sistemas de producción de alimentos, hay que centrar los esfuerzos en la adaptación para garantizar la necesidad de acomodarse del sistema y asegurar la seguridad alimentaria”.
Sobre el cierre del evento, el presidente de Maizar, Alberto Morelli y la presidenta del Congreso Maizar 2021, Lorena Basso, junto con el secretario de la entidad, Alfredo Paseyro, homenajearon en un encuentro virtual a dos de las personas claves de la cadena, que la vieron nacer y crecer: Guillermo Eyhérabide y Jackie Gear.




