Según el informe de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) sobre libertad de prensa, en este semestre se observó un incremento de acciones hostiles a través de las redes sociales contra periodistas, al tiempo que el presidente Jair Bolsonaro instó al sector privado a dejar de anunciarse en los medios de comunicación y sugirió a los ciudadanos a no suscribirse a las publicaciones.
“En varias ocasiones, el presidente Bolsonaro ha recomendado a los sectores empresariales que no realicen inversiones publicitarias en estos medios de comunicación, y ha sugerido a los ciudadanos que no se suscriban a las publicaciones que considera enemigas”, explican desde la SIP.
El ambiente complejo de trabajo de los periodistas brasileros esta marcado “un aumento creciente de ataques virtuales contra periodistas y empresas periodísticas en las redes sociales. Es una situación que, lamentablemente, se ha consolidado durante los últimos años y que es contraria a la libertad de prensa. Una encuesta realizada por la empresa Bites, que monitorea datos digitales, muestra que en 2019 los medios profesionales sufrieron casi 11 mil ataques diarios a través de las redes sociales, lo que representa siete ataques por minuto”, según detalla la SIP.
A lo largo de 2019, la suma de los ataques resultó en aproximadamente 4 millones de publicaciones negativas contra la prensa, lo que equivale al 10 por ciento de toda la producción en el área de comunicación profesional.
En esta ofensiva se destaca la actuación del presidente Jair Bolsonaro y sus seguidores. Además de las redes sociales, el presidente a menudo emplea discursos y entrevistas para descalificar a periodistas y empresas periodísticas.
Otros hechos relevantes:
El 21 de noviembre, los militantes y simpatizantes del presidente Bolsonaro hostigaron a los periodistas en el primer evento del partido Alianza por Brasil, en Brasilia, y lanzaron improperios como “basura”, “izquierdistas” y “raza impura”.
Paralelamente a esta ofensiva oficial contra la prensa, continúan los casos de violencia física contra periodistas, estimulados por la ineficiencia de las autoridades policiales y el poder judicial para identificar y castigar a los culpables.
El 9 de enero, la Policía Militar de São Paulo obstaculizó el trabajo del reportero Arthur Stabile, del sitio Ponte Jornalismo, y del reportero fotográfico Lucas Martins, del sitio Jornalistas Livres, cuando grababan ataques contra los manifestantes del Movimento Passe-Livre (MPL), en la Praça da Sé, en el centro de São Paulo; que en la ocasión el reportero fotográfico Daniel Teixeira, del periódico O Estado de S. Paulo, recibió un bastonazo en las costillas.
El 21 de enero, la Oficina del Fiscal Federal (MPF) presentó una queja contra el periodista Glenn Greenwald por asociación criminal para la invasión de equipos de comunicación e interceptación ilegal de comunicaciones. En respuesta, el 24 de enero, entidades nacionales e internacionales enviaron una carta abierta a las autoridades brasileñas, caracterizando la denuncia como un “abuso de poder”.
El 18 de febrero, el presidente Bolsonaro profirió insultos de carácter sexual contra la reportera de Folha de S. Paulo, Patrícia Campos Mello, al reproducir información sobre un testimonio en el IPC dedicado al tema de las Fake News.
La periodista Vera Magalhães, de TV Cultura y de O Estado de São Paulo, fue víctima de doxxing (exposición de datos personales) y la creación de un perfil falso en una red social, después de haber revelado el 25 de febrero, en el sitio web BR Político, que el presidente Bolsonaro había enviado mensajes de apoyo a un acto contra el Congreso Nacional a través de su aplicación privada de WhatsApp.
El 6 de marzo, 17 entidades de la sociedad civil brasileña denunciaron al gobierno de Bolsonaro en la 175ª audiencia temática de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), celebrada en Haití, por violaciones sistemáticas de la libertad de expresión en el país, ataques a la prensa, censura de las libertades artística y cultural, sofocación de espacios para la participación social y acceso a la información pública.