Hay que estar preparados, las anomalías serán recurrentes
Tras las lluvias de los últimos días, el Dr. José Luis Aiello plantea en qué escenario estamos parados y cuáles son las circunstancias para las que hay que prepararse.
“Estamos en una situación muy delicada por eso hay que estar preparados para estos fenómenos porque serán recurrentes en el futuro. El cambio climático está impactando en Argentina”, sostuvo el especialista.
“Los impactos son recurrentes y están medidos desde la última década. Provocan anomalías de lluvias, pulsos de frio y calor e inestabilidades de los fenómenos dinámicos atmosféricos. Lo que ocurrió la última semana es consecuencia de dicha inestabilidad. Se tradujo esta vez en un continuo flujo de humedad atmosférica en todos los niveles por la acción de un sistema anticiclónico que se instaló en las costas del Atlántico Sur. A eso se le sumó un sistema estacionario y el resultado fueron estos episodios de lluvias”, aclaró.
“Estas lluvias no son por el Niño”
Para el especialista lo que pasó en la última semana “no tiene ninguna relación con el Pacífico, donde se está desarrollando un Niño que será de moderada intensidad. Se hizo circular la noticia del Niño “como responsable de estas lluvias” y de alarmar con la aparición de un Niño muy fuerte que afectará a Argentina en los próximos meses. Esto no es así”
La NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) muestra un calentamiento de dos grados (+2) y si vemos los Niños más fuertes, las anomalías estuvieron por encima de los 4 (grados).
“El Niño que se viene no necesariamente será de intensidad fuerte; además, la anomalía térmica no será record (por ejemplo, si la comparamos con la de 1997/98). El efecto dependerá de otras variables como la intensidad de vientos desde el oeste en el Pacifico, la diferencia en la presión a nivel del mar entre Tahití y Darwin, la emisión de onda larga, y otros considerados y variables que no son bien entendidas aún. Pero lo que sí sabemos es que el índice es hoy Niño y que está por debajo de otros en la serie histórica”, aclaró Aiello.
Respecto al impacto para los productores “el Niño es una buena noticia para los cultivos de verano. En Argentina el evento es favorable a un incremento en las lluvias que se dan de noviembre a marzo, al cual hay que acoplarle los fenómenos regiones de escalas más chicas de corta duración y éstos no son pronosticables.Estos fenómenos regionales son afectados por el cambio climático, y pueden incrementar o fortalecer los impactos del Niño”, puntualizó el Doctor en Ciencias Meteorológicas de la Universidad de Buenos Aires.
¿Cómo repercute en la Patagonia?
Para la región de Patagonia Sur se observa una particular condición, ya que no solo se predice un aumento de temperatura sino también de precipitación, condiciones a priori más favorables para la producción regional (mayor productividad en los pastizales y crecimiento en los árboles). Sin embargo, sería necesario incorporar estas variaciones en las condiciones climáticas en sub-modelos de balance hídrico del suelo para tener más certezas.
En un estudio realizado por Gastón Kreps, Guillermo Martínez, Pablo Pastur y Luis Peri investigadores del Conicet subrayan que “desde un punto de vista de la producción agro-forestal, las condiciones para Patagonia Sur mejorarían. Sin embargo, en término de conservación de las especies, se producirían cambios en los nichos ecológicos, al modificarse las comunidades clímax. Esto podría mejorar la situación para algunas especies, pero para otras podría ser perjudicial, por ejemplo, para aquellas especies de régimen predominantemente xérico. Ya vimos entonces que el clima es una condición variable del planeta y que el mismo sufrió cambios más drásticos en otras eras geológicas, produciendo importantes cambios en el ensamble de la biodiversidad regional”. Para los especialistas no deja de ser importante y de prioridad en la región, el desarrollar un modelo de manejo sustentable del pastizal y del bosque que considere estos cambios potenciales en el futuro. Actualmente son crecientes los estudios relacionados con las consecuencias sobre el impacto de eventos climáticos extremos sobre el ecosistema boscoso y pastizales.
Fuente: GEA – Guía Estratégica/ INTA