La Bolsa de Cereales de Buenos Aires detalló en su informe del Panorama Agrícola Semanal (PAS), que la producción de maíz para la campaña 2017/18 se estima en 32 millones de toneladas, mientras la de soja en 36 millones de toneladas, lo que representa recortes del 22% y 33% respectivamente en relación a las expectativas vigentes al inicio del ciclo agrícola. el déficit hídrico se profundizó, dejando más tarde paso a lluvias de gran intensidad, que cubrieron la mayor parte del área cultivada del país.
Estas precipitaciones demoraron las actividades de cosecha, dejando millones de hectáreas expuestas a los efectos negativos de la prolongada humedad ambiental y las elevadas temperaturas, lo que afectó además la calidad de los granos.
Bajo este escenario, las pérdidas de rendimiento y superficie de soja redujeron la proyección de producción a 36 millones de toneladas. En paralelo, aunque se mantuvo la producción del grano en 32 millones de toneladas. Dado este nuevo ajuste en la producción de soja, y su consecuente impacto en la molienda interna y la exportación de todos los productos del complejo; el presente trabajo tiene como objetivo actualizar el análisis de los efectos adversos del escenario climático sobre el valor agregado, las exportaciones y la recaudación fiscal de las cadenas de valor agrícolas en 2018.
Esta campaña 2017/18 el Producto Bruto de las Cadenas de la Soja y el Maíz estará un 23% por debajo del nivel que podría haberse alcanzado de no mediar las inclemencias climáticas. En términos de la economía en su conjunto, la pérdida se estima en un 0,86% del PBI argentino2 , incrementándose respecto del 0,5% estimado en la versión previa.
Al analizar lo que sucede al interno de cada una de las cadenas, se observa que las pérdidas no se distribuyen por igual entre los distintos eslabones. El principal afectado continúa siendo la producción primaria, con una caída en el valor agregado de 2.331 millones de dólares. También se ven afectados los servicios relacionados, destacándose la pérdida de 422 millones de dólares en transporte. Adicionalmente, soportan los impactos negativos de la seca los productores de carnes y leche que utilizan el maíz y la harina de soja como insumo y deberán enfrentar mayores costos, del orden de los 1.000 millones de dólares. Se debe notar que la sequía afecta a estos sectores en otras formas no cuantificadas aquí; por ejemplo, por la menor disponibilidad de pasturas y silajes.
Por el lado de las exportaciones netas, las pérdidas alcanzarían los 5.374 millones de dólares, debido a la disminución de las cantidades exportadas de granos y sub-productos, compensada en parte por el incremento en los precios internacionales.