El Congreso Maizar 2024 comenzó bien temprano y a sala llena, con gran cantidad de productores, técnicos, académicos, ejecutivos de empresas, altos funcionarios y legisladores.
Las primeras palabras fueron del presidente del Congreso, Ignacio Garciarena, que explicó el porqué del lema de este año, Liberemos el talento colectivo: “Es un llamado a liberar, a soltar prejuicios, a animarnos a ir por nuevos desafíos”, y apela a “la construcción común de valor, a la cocreación”, que fue el lema del Congreso Maizar 2023.
“Todavía hay mucho que recorrer en transformación en origen, en desarrollo regional, arraigo, sostenibilidad, modelos de negocios..”, sostuvo Garciarena al puntualizarlos como ejes transversales de paneles claves de la jornada.
Garciarena arengó a los presentes, invitándolos a contagiar lo vivido en el Congreso. “Expresen sin miedo lo que sienten, lo que son, parte de una red maravillosa que genera valor en cada rincón de nuestra querida República. Contagien este optimismo, sobre todo a los más chicos: que piensen dos veces qué van a hacer con ese pasaporte que tienen en la mano. Que se vayan, sí, pero que vuelvan, más sabios, más formados, que acá los necesitamos”.
A su turno, el presidente de Maizar, Federico Zerboni destacó la resiliencia de los productores, que sembraron una superficie récord de maíz esta campaña, en medio de la incertidumbre electoral y luego de tres años de sequía. Una inversión que tuvo un resultado excelente en los maíces tempranos, pero está muy afectada en los tardíos, por la chicharrita, el Dalbulus maidis. “Así como superamos otras plagas, vamos a salir adelante con esta. Desde Maizar trabajamos desde el primer momento en consolidar la información de nuestra cadena con la de entidades privadas y públicas, y podemos decir que hoy los mejores especialistas del país están encontrando las mejores alternativas para cada situación y zona del país”. En ese sentido, destacó que “es necesario que se entienda que muchas veces el productor siembra, invierte, pero no cosecha. Sobre todo, que lo entiendan los funcionarios que este año aumentaron mucho las tasas e impuestos a la producción, pensando que el productor siempre tiene buenas cosechas”.
Como representante del Gobierno nacional estuvo el secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, quien coincidió en la relevancia de la cadena del maíz y el sorgo, en su “virtuosismo y complejidad”, exponente de “la potente vaca viva nacional”, como llama a la bioeconomía. Y anunció: “Mañana viajaré a China para abrir mercados, entre ellos, el maíz como grano y muchos subproductos”, dijo, recordando que China es el principal importador de maíz.
En números
El economista Jefe y gerente de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Ramiro Costa, fue el encargado de dar los números de la cadena de valor, en el panel junto a la jefa del Departamento de Información y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Emilce Terré, y el economista jefe de la Bolsa de Cereales de Córdoba, Gonzalo Agusto.
Detalló que el maíz es el 4to. complejo exportador argentino y el maíz es el 10% de las exportaciones totales, en tanto complejo maicero el 26% del total. Siendo el Producto Bruto Maicero USD 16.200 millones y el valor de las exportaciones son de USD 5.800 millones.
“El maíz es el producto de exportación con mayor cantidad de destinos”, informó Costa y explicó la importante diversificación de destinos, llegando a 93 países.
A nivel productivo el aporte del cuidado ambiental es importante con la práctica que utilizan los productores de rotación, siendo el 22% del área con maíz y el 46% del área con gramíneas. Además el 90% se realiza bajo el sistema de siembra directa, con un incremento en las dosis de fertilizantes y un 30% en muestreos de suelos.
Sin embargo, el economista jefe de la BCBA sostuvo que “la producción maicera se encuentra estancada hace 5 años por lo que las cantidades exportadas tampoco crecen y pierde participación en el mercado mundial”. y agregó: “Tecnológicamente la cadena está retrocediendo y dejó de mejorar sus indicadores ambientales”.
Para Costas la cadena maicera “se encuentra ante el desafío de retomar el
sendero de su industrialización moderna, potenciando el vínculo biomasa, conocimiento e innovación. La cadena produce energía, bienes y servicios y es virtuosa con buenas performances ambientales”.
Panel: “Sembrando Futuro. Diálogos sobre el Agro y la Política”
La presidente de Barbechando, Ángeles Naveyra, señaló que el sector siempre pedirá reglas claras y previsibilidad. “En Barbechando somos enamorados del Congreso, necesitamos empoderar al Congreso, necesitamos tener las leyes de la mano del Congreso”, le dijo al diputado nacional por la Libertad Avanza, José Luis Espert, quien también integró el panel. Consideró, asimismo, que la “ley Bases no puede tapar todo” y que, mientras esta se discute, es necesario instalar una agenda que incluya el tratamiento de una reforma tributaria, una ley de seguros y una de propiedad intelectual, entre otras.
Ante esto, Espert respondió: “Mi despacho está abierto a todas las propuestas que vienen del agro. Saben que mi batalla a favor de las ideas de la libertad la vengo dado desde que voté por primera vez en 1983 a (Álvaro) Alsogaray”. Y continuó: “En otros países, la libertad de mercado es a favor del sector textil, como por ejemplo en China; en Estados Unidos es a favor de la producción de conocimiento; en algunos países de Europa, de la tecnología; pero en Argentina debe estar alineada a los intereses del agro”.
A su turno en el panel, el economista jefe de FADA, Nicolle Pisani Claro, realizó una descripción de los aportes y el potencial de la agrobioindustria. Indicó, por caso, que representa uno de cada cuatro pesos del PBI y que en las exportaciones genera siete de cada diez dólares, al tiempo que aclaró que se trata de “dólares genuinos”, porque “se exporta más de lo que demandan de importaciones”. También destacó que el sector genera dos de cada diez puestos de trabajo.
Respecto del potencial, proyectó Pisani Claro que, a diez años, podría producir 213 millones de toneladas de granos, un crecimiento del 56%, lo que estaría acompañado de mayor producción de carnes y de biocombustibles, y representaría la creación de 370.000 nuevos puestos de trabajo. Por otra parte, el campo podría hacer un aporte adicional de 7 puntos al 22% que representa hoy del PBI, incluyendo granos, carnes y biocombustibles. “Todo ello si viene acompañado de políticas necesarias para lograrlo”.
Simulador de impacto
Presentaron un simulador que permite, tanto desde el punto de vista de la gestión de la empresa como desde el de las políticas públicas, estimar el impacto de avanzar en una mayor agregación de valor.
El modelo, permite calcular el potencial de la cadena, a partir de evaluar los cambios en cada uno de los distintos eslabones, y es el resultante de un trabajo de un año y medio realizado por especialistas junto a Juan Cardini (tutor en la cátedra de Agroindustria del ITBA).
“El modelo desarrollado por los especialistas incluye la etapa del maíz antes del maíz, con toda la industria aguas arriba que acompaña el proceso de siembra, la producción y las primeras, segundas y terceras transformaciones (desde el feedlot hasta el etanol, la molienda seca o húmeda, la producción de burlanda o la fabricación de biomateriales)”, puntualizaron desde Maizar.