Los gases de efecto invernadero no están descendiendo como sería necesario para alcanzar las metas para el clima. Es por ello que la Fundación Ellen MacArthur al participar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25), en diciembre del 2019, presentó un informe elaborado con la consultora Material Economics instando a una transición global en la lucha contra el cambio climático.
El Acuerdo de París exige la reducción de las emisiones netas a cero hasta 2050 para limitar el crecimiento de la temperatura en 1,5 °.
La industria pesada ocupa un lugar central en estas discusiones. Los materiales y productos químicos que produce son insumos esenciales para las principales cadenas de valor: transporte, infraestructura, construcción, bienes de consumo, agricultura y más. Sin embargo, su producción también libera grandes cantidades de emisiones de CO2: más de 500 Mt por año, o el 14% del total de la UE.
Al respecto, para la Fundación el cambio a energías renovables resuelve solamente 55% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Para alcanzar los objetivos climáticos de la ONU se debería abordar la situación de los 45% restantes.
“El cambio a la energía renovable tiene un rol fundamental en la lucha contra el cambio climático, pero eso no es suficiente. Para alcanzar los objetivos climáticos es fundamental que transformemos la manera de cómo proyectamos, hacemos y usamos los alimentos. Completar la imagen mediante la transición para una economía circular nos permite alcanzar las necesidades de una población en crecimiento, mientras creamos una economía próspera y resistente, que puede funcionar a largo plazo” considero la titular de la Fundación, Ellen Macarthur.
La economía circular que se basa en tres principios: eliminar residuos y polución, mantener productos y materiales en uso y regenerar sistemas naturales. La adopción de este modelo puede ayudar a América Latina a dejar de depender de las industrias extractivas o a prácticas como la deforestación, y crear valor a partir de sus recursos naturales incomparables.
El modelo también crea mayor resiliencia a los efectos del cambio climático que, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), le costará a la región del 2 al 4% de su PIB hasta 2050.
La adopción de un modelo de economía circular en esas áreas puede reducir un total de 9,3 billones de toneladas de gases de efecto invernadero hasta 2050 si se trabaja en 5 áreas claves: acero, plástico, aluminio, cemento y alimentos. Esto equivale a eliminar las emisiones actuales de todos los medios de transporte del mundo.
Cambios en la dieta, innovaciones emergentes y la captura y almacenamiento de carbono son las últimas piezas necesarias para completar la imagen de cómo el mundo puede reducir las emisiones netas a cero al 2050.
Mientras que con la adopción de la economía circular “no es solamente es una oportunidad de combatir las emisiones intersectorialmente, sino que también de proyectar una economía que es restaurativa y regenerativa, creando beneficios para la sociedad, empresas y el medio ambiente”, aclaró Macarthur.
En la misma sintonía, Christiana Figueres, ex-secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMUNCC) y socia fundadora de Global Optimism sostuvo que “restricciones a las emisiones de carbono representan oportunidades enormes de ingeniosidad. Esto es real para toda empresa, toda ciudad y cualquier país”. Y agregó: “Esta es la dirección en que nos debemos mover, y este informe ofrece cifras contundentes que dan confianza a nuestra habilidad de optimizar la descarbonización y el desarrollo económico en apoyo mutuo de uno al otro”.
Informe en castellano: Completando-la-Imagen
La Fundación, con sede en el Reino Unido colabora con sus aliados globales (Danone, DS Smith, Google, Grupo H&M, Intesa Sanpaolo, Philips, Renault, SC Johnson, Solvay, Unilever), Fundadores filantrópicos centrales (The Eric and Wendy Schmidt Fund for Strategic Innovation, SUN, MAVA, jugadores de People’s Postcode Lottery (GB)) y su red CE100 (negocios, universidades, innovadores emergentes, gobiernos, ciudades y organizaciones afiliadas) para crear capacidades y desarrollar iniciativas de empresas circulares.