El Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Monseñor José María Arancedo sostuvo en la Misa de la Misericordia en la segunda jornada del Congreso Eucarístico Nacional que “como argentinos venimos de una historia de luces y sombras, con desencuentros y heridas, con el flagelo de la corrupción y el narcotráfico, pero nos sentimos animados por la luz de la fe que fortalece nuestra esperanza y renueva nuestro compromiso de una Patria de hermanos. Cuando hablamos de perdón y reconciliación lo hacemos con la certeza de una verdad que nace del amor misericordioso del padre; no hablamos de una utopía sino de una realidad que hemos conocido en Jesucristo”.
Continuó, “la reconciliación no es impunidad, ella necesita de la verdad y del ejercicio de una justicia independiente, respetuosa de las garantías constitucionales, pero aspira a una meta más alta y significativa. (…) La reconciliación es profecía y camino hacia una humanidad nueva. El anclaje en la historia y la fuerza de esta profecía es un Cristo vivo en ustedes (Col.1,27)”. Aquí la homilía completa de Mons. Arancedo
Durante la fiesta de la iglesia se vivió en un marco de júbilo y gracia los feligreses se unieron en un solo abrazo en el momento de la paz, entregando su amor misericordioso al que estaba al lado. La Eucaristía signo del amor de Dios hacia el hijo fue el momento más conmovedor, los peregrinos, congresistas y Dios, fueron uno.
Cabe destacar que además estuvieron presentes el Sr. Gobernador de la Provincia de Tucumán Dr. Juan Manzur, el Presidente Sub-rogante de la Honorable Legislatura de Tucumán Ministro Regina Amado, el Fiscal de Estado Daniel Leiva, Ministro de Educación Sr. Juan Pablo Lichtmajer, Ministro del Interior Sr. Miguel Acevedo y la Ministra de Salud Dra. Rossana Chahla.