Resulta que anoche, mejor dicho hoy a las 00:04, los resultados oficiales de una Dirección Nacional Electoral, que hoy roza lo vergonzoso, nos informó que otra vez las encuestadoras más encumbradas del ambiente político nacional, son un verdadero mamarracho y que no pueden pronosticar si quiera que mañana será otro día.
Que la provincia de Buenos Aires será gobernada por una mujer del PRO, ligeramente rubia y con cara de feliz cumpleaños es algo que no estaba en los planes ni del macrismo más recalcitrante. Para los politólogos, analistas y periodismo en general no podía existir para el tenebroso Conurbano Bonaerense nada mejor que Aníbal, un verborrágico, maleducado y de dudosa honestidad. Pues se equivocaron.
Los medios de información del monopolio oficialista, como por ejemplo C5N, salieron a las 18:05 a decir a modo de primicia que Daniel Scioli era el nuevo presidente por amplio margen y Aníbal Fernández el flamante ganador, de la madre de todas las batallas. Yo Coco Gottardi opino como el Kirchnerísmo, estoy convencido que Clarín miente, pero para agitar el parche, amigos, hay que predicar con el ejemplo.
Uno de los tanques que el FpV mostraba con orgullo (heredado del peronismo) son los tristemente célebres barones del conurbano. Es habitual escuchar que los municipios tienen dueños, que se ganan con planes y que los “villeros” votan lo que les digamos si los vamos a buscar en remis. Pues se equivocaron, la cuestión es que jóvenes dirigentes, periodistas y cocineros se cargaron intendentes que parecían los intocables de Elliot Ness aunque funcionaban como el Padrino. El ejemplo más claro es el de Curto quien perdió en Fuerte Apache, y con los planes, y los remises, y los choripanes, en la tierra de Carlitos, ganó el PRO.
Las temidas tropas armadas de la prepotente y protegida por la Presidenta, Milagro Sala, no fueron lo suficientemente amedrentadoras o mejor dicho convincentes como para que gane el FpV, y el nuevo gobernador es Gerardo Morales, de lo que queda de la suicidada UCR.
Atención encuestadores, analistas, opinólogos y periodismo en general, Scioli no ganó, pero Macri tampoco, que nadie festeje antes de jugar el partido. En esta situación tengamos como prioridad, que por una vez en la vida, el ganador en todos los casos, sea el pueblo.
Si el próximo gobierno no es de tinte peronista habrá que romper otro paradigma, quizás el más preocupante, que la Argentina no puede ser gobernada por ningún presidente que no sea peronista. Este es el paradigma golpista más canalla de nuestra historia reciente, y que ojalá sea historia, y no presente recurrente.
Anoche entre las 18 y las 00:04 quedó confirmado lo que cantaban melancólicamente Simon & Garfulken nada hace tanto ruido y dice tanto como los sonidos del silencio.
Por Coco Gottardi