Las negociaciones entre las autoridades del oficialismo y la oposición en Diputados llegaron a buen puerto y en la sesión de mañana se tratarán el nuevo régimen de biocombustibles y la prórroga de la ley ovina.
“También está en agenda la aprobación de la creación de una Comisión Bicameral sobre la Hidrovía Paraná/Paraguay” indicaron fuentes parlamentarias y concluyeron que “se debatirán las modificaciones al Monotributo.
La ley ovina
El proyecto cuenta con media sanción de la Cámara Alta, siendo su autor el jefe de la bancada oficialista José Mayans (FDT-Formosa). La ley actual venció el pasado 5 de abril y desde entonces el sector ovino viene pujando para su prórroga.
Quienes han trabajado en esta prórroga manifiestan que no se están actualizando los montos como para poder tener una mayor y mejor producción”, esgrimió la legisladora del PRO, Virginia Cornejo, resaltando la importancia de este tipo de medidas para la promoción de la producción ovina.
Por su parte, el diputado del Frente de Todos Ariel Rauschenberger aseguró: “Esta Ley da un horizonte muy importante en cuanto a los recursos que le corresponderían a cada provincia” y consideró que “no debería haber problemas para que se aprobara”.
El proyecto, que viene del Senado y que se discutirá la semana que viene, propuso modificaciones a la ley 25422. En primer lugar se incluyó dentro a la promoción a la producción de llamas.
Además, para sostener estas actividades, por el plazo de 10 años el Poder Ejecutivo deberá incluir en el Presupuesto Nacional un monto anual a integrar en el Fondo Fiduciario para la Recuperación de la Actividad Ovina (FRAO) de 850 millones de pesos (hasta el pasado 5 de abril era de 20 millones).
Anualmente se podrán destinar hasta 5% de los fondos del FRAO para compensar los gastos administrativos, en recursos humanos y en equipamiento, tanto en el ámbito nacional como provincial, que demande la implementación, seguimiento, control y evaluación del régimen.
Por otro lado, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca podrá destinar anualmente hasta el 20% de los fondos del FRAO para otras acciones de apoyo general a la promoción, consolidación y fomento de la ganadería ovina y de llamas.
Del total asignado, además, se deberá determinar un porcentaje no menor al 50% de dichos fondos para financiar, en forma obligatoria, el Programa para el Mejoramiento de la Calidad de la Lana (PROLANA) y el Programa de Nacional de Fomento del Consumo de Carne Ovina.
Finalmente el proyecto incluye también la creación de una Comisión Asesora Técnica del Régimen para la Promoción, Desarrollo y Consolidación de la Ganadería Ovina y de Llamas (CAT), que estará presidida por el ministro del área e integrada por representantes de distintos sectores.
Biocombustibles
El oficialismo buscará pasar el nuevo régimen de biocombustibles, cuyos ejes centrales son la prórroga del sistema hasta el 2030 y una reducción del corte obligatorio del 10% al 5% en la mezcla entre biodiesel y gasoil. En tanto, en el caso del combustible elaborado a base de caña de azúcar, los volúmenes deberán ser del 6% de la mezcla mínima obligatoria, mismo porcentaje para el bioetanol a base de maíz.
El nuevo marco regulatorio de biocombustibles cuenta con el respaldo del Frente de Todos y de bloques aliados. Sin embargo, fue rechazado por la mayoría de los diputados de Juntos por el Cambio, con excepción de aquellos de las provincias productoras de caña de azúcar, Tucumán y Jujuy. El dictamen de mayoría fue apoyado por los radicales José Cano (Tucumán) y Jorge Rizzotti (Jujuy) y de los macristas Domingo Amaya (Tucumán) y Osmar Moldani (Jujuy).
En ese punto, la iniciativa establece que la Secretaría de Energía podrá “elevar el referido porcentaje mínimo obligatorio cuando lo considere conveniente en función del abastecimiento de la demanda, la balanza comercial, la promoción de inversiones en economías regionales y/o razones ambientales o técnicas”. De forma inversa, el corte podrá reducirse hasta el 3% “cuando el incremento en los precios de los insumos básicos para la elaboración del biodiésel pudiera distorsionar el precio del combustible fósil en el surtidor, o ante situaciones de escasez de biodiésel por parte de las empresas elaboradoras”.