El Defensor del Pueblo Adjunto de la provincia de Buenos Aires remarcó la necesidad de adoptar medidas ante los incendios que se multiplican cada verano. Pidió por la sanción de una ordenanza local que permita que el municipio se sume al programa de Gobernanza Ambiental del Ministerio de Ambiente de la Nación.
“Hay que dejar de ser espectadores de una realidad que, por distintos factores, puede seguir agravándose en los próximos años. Esteban Echeverría tuvo en los últimos dos días al menos seis focos de incendios, muchas de ellos cercanos a los ejidos urbanos, tanto en zonas urbanas abiertas como en barrios cerrados”, explicó Walter Martello.
“Estamos trabajando desde el Área de Patrimonio de la Defensoría del Pueblo a mi cargo en una iniciativa diseñada en el marco del programa Gobernanza Ambiental del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación”. sostuvo el Defensor del Pueblo Adjunto. Y agregó: “La sanción de una ordenanza por parte del Concejo Deliberante implicaría un avance en la reducción de riesgos de incendios y permitiría sumar al municipio al trabajo conjunto entre las provincias y Nación. Se trata de acciones planificadas para contribuir desde nuestro lugar al fortalecimiento del Servicio Nacional de Manejo del Fuego”.
Detalles de la normativa
La ordenanza deberá establecer diversas acciones: raleo de vegetación alrededor de las casas; mapeo de riesgos en cada barrio según el cálculo de vegetación; mapeo de fuentes de agua cercanas; existencia de sistemas en urbanizaciones cerradas lindantes a predios; protocolos de evacuación y cartelería en la zona que indique accesos y salidas; y protección específica sobre la Reserva Natural Laguna de Rocha.
Martello explicó que normativas similares se sancionaron en municipios de distintas provincias como Escobar, Bariloche, Tanti y San Martín.
Los incendios vienen creciendo en cuanto a la cantidad de sucesos y a sus dimensiones. En Esteban Echeverría sólo se limitaban a pastizales alejados de centros urbanos pero la cuestión cambió en el último tiempo. Ahora se están registrando en áreas contiguas que implican una combinación de combustibles propios de los sitios rurales (árboles, pastizales, etc.) con estructuras edilicias.
“La principal preocupación es la seguridad de las personas que se encuentren ocasionalmente o viviendo en el lugar. En segundo término, es preocupante la pérdida que genera al medio ambiente y a la biodiversidad. El riesgo se acrecienta a medida que aumenta la presencia de viviendas. Los hechos de los últimos días, ocurridos en Esteban Echeverría, ponen de manifiesto que no podemos dejar de advertir un riesgo potencial en aumento”, concluyó Martello.
Actualmente se calcula que un 35% de la población de Canning reside en zonas de pastizales y lo mismo ocurre con el 15% de los pobladores de 9 de Abril y El Jagüel.