La Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) manifiesta su preocupación ante el cierre de las exportaciones de carne dispuesto por el Gobierno Nacional, dada “las implicancias negativas que esta medida tiene para las empresas y los trabajadores afectados de manera directa e indirecta”. Asimismo, la Entidad advierte que en tanto esta restricción se prolongue en el tiempo, es previsible que se genere un impacto adverso para el conjunto de la economía nacional, por las repercusiones en variables clave, como ser las divisas generadas por las ventas externas del sector afectado.
La CAC comprende y comparte “la preocupación por los precios internos y el poder de compra de los consumidores que motivaron a las autoridades nacionales” a adoptar estas medidas, pero debe señalar que la inflación es esencialmente un problema macroeconómico, que debería enfrentarse con medidas de política fiscal y monetaria y no mediante controles que limitan la actividad privada, generadora de empleo y de valor agregado.
Asimismo, la Entidad sostiene que debe tenerse en cuenta que la Argentina es un país que exporta relativamente poco, por lo que establecer trabas a las ventas externas resulta especialmente desaconsejable. Sin una satisfactoria inserción internacional, sin exportaciones que generen un buen nivel de divisas genuinas, cualquier proceso de crecimiento económico estará condenado a agotarse más temprano que tarde.
Considerando lo anterior, la CAC aboga “por una inteligente conciliación entre la pujanza del mercado interno con avance exportador, con medidas surgidas del diálogo entre los diversos actores involucrados, evitando la constante imposición de restricciones a la iniciativa privada, que terminan generando más costos que beneficios”.