La carne vacuna es uno de los alimentos más completos que existen, la mayoría de los estudios científicos recomiendan consumirla al menos tres veces por semana o bien en un promedio de 300 a 400 gramos diarios, ya que aportan nutrientes esenciales para la salud. Posee una gran cantidad de proteínas de alta digestibilidad y un elemento de primera necesidad como el hierro. Además es rica en potasio, en fósforo y zinc y ofrece vitaminas del complejo B como ácido fólico, B12, B1, B2 y B5, vitamina D y E.
El chef Francis Mallman sostiene que “ir a un asado produce una alegría diferente, sabemos que vamos a estar afuera, en verano la mesa estará a la sombra y en invierno seguramente al sol cuando los invitados arropados con bufandas y camperas comerán estoicamente protegiéndose de las brisas heladas. También podemos decir que es un festejo tan innato, tan de nuestra idiosincrasia, que se amolda a diferentes presupuestos; importa más a veces la ceremonia y el hacer, que los cortes y la variedad”.
Un asado se come de a poco, no vale servirse un plato lleno de cortes que se enfrían mientras comemos, es bueno ir a la parrilla muchas veces, llevándonos a la mesa pequeñas delicias que disfrutaremos calientes y crocantes. Sí podemos afirmar que no debe faltar el chorizo y la tira o el vacío, así como la ensalada mixta de lechuga, tomate y cebolla, aderezada con mano pesada de vinagre tinto.
Secretos:
– Echar un puñado de sal a la parrilla cuando esté caliente antes de poner el asado, hará que la carne no se pegue.
– Hacer el fuego preferentemente con leña, ya que el sabor que deja en la carne es distinto al del carbón y la mayoría prefieren el sabor del asado a la leña.
– SALAR
Nunca deberemos hacerlo cuando haya concluido la cocción, pues no llegaría a penetrar profundamente. En los guisados, es optativo salar al comienzo o durante la cocción; en cualquiera de los dos casos, la ebullición del líquido facilitará la penetración de sal. Cuando el procedimiento culinario elegido ha sido el asado a la plancha o a la parrilla, hay que salar en el mismo momento en que dé comienzo la exudación que se produce a causa del calor: de esta manera, el mismo líquido exudado hará que la sal se reparta uniformemente sobre toda la superficie de la pieza, con lo que el sabor se igualará también.
Si añadimos sal en un asado, plancha o parrilla en el inicio del cocinado, la sal extraerá los jugos de la carne (sustancia higroscópica), resultando una carne más seca y dura.
– Luego del asado con la parrilla tibia, utiliza cebolla para limpiar la parrilla, también se puede utilizar vinagre o jugo de limón. Jamás se deben utilizar químicos, ya que puede afectar el sabor de futuros asados y contaminar la parrilla.
Fuente: Carne Argentina