Los tambos necesitan que la industria pague entre 4,50 y 5 pesos por litro de leche cruda para evitar el cierre de hasta 3.000 establecimientos, aseguró Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
Asimismo, en Córdoba, Santa Fe y Santiago del Estero, la producción lechera objetó la escasa asistencia oficial para atender el quebranto que generó la inundación de campos, con tambos que recortaron su producción entre un 50 y 80 por ciento por muerte de animales, liquidación de cabezas y pérdida de pasturas.
Así lo expresó hoy a DyN Juan Manuel Otero, vicepresidente de la Asociación de Productores Lecheros (APLA), quien mencionó la situación de “desastre” que dejó la inundación de campos en localidades lecheras como Suardi, San Francisco, Morteros y San Guillermo.
En otro orden, CRA expresó durante la presente jornada que los tambos, según la región, reciben en promedio “entre $ 2,8 a $ 3,20” por litro de leche entregado a la industria láctea, “cuando necesitan para salir de la línea de quebranto económico un valor de entre $ 4,5 y $ 5”.
Por ello, la entidad presidida por Dardo Chiesa consideró que “el sector industrial debe tomar real conciencia de la gravísima crisis que atraviesa la lechería, empeorando aún más por los daños causados por lluvias e inundaciones que golpean a todas las cuencas lecheras”.
CRA indicó que de continuar con “estos precios de quebranto irreales” pagados por las usinas lácteas se generará el cierre “en el corto plazo de entre 2.000 y 3.000 establecimientos”.
Consultado sobre la situación productiva de las cuentas lecheras ubicadas en el triángulo conformado por Córdoba, Santiago del Estero y Santa Fe, Otero -productor de Morteros- afirmó que “el agua en los campos anegados baja muy despacio, ya que las napas quedaron muy altas. Allí las pasturas se perdió toda y hay que volver a sembrar”.
“Desde San Francisco -indicó- hasta cien kilómetros al norte, hasta San Guillermo, es un desastre, en tanto que los tamberos de Santa Fe se llevaron la peor parte”. Otero mencionó que “se liquidó mucha vaca y se cerraron en la última semana cuarenta tambos. Las vacas que no se mandaron al matadero, se distribuyeron y el 60 por ciento de los terneros nacidos durante la tormenta, murieron”.
“Nunca se vio la escasez de leche actual: en las zonas altas, los tambos producen al 50 por ciento y en las zonas bajas, producen apenas un 20 por ciento. Además la leche que no puede ser retirada se tira”, explicó.
El vicepresidente de APLA planteo objeciones a la política oficial y consideró que las autoridades experimentan signos de estar “desorientados” ante la necesidad de tomar medidas para paliar la crisis económica y su agravamiento por el factor climático.
DyN