En el marco del “Día del Vino Argentino, Bebida Nacional” con festejos en distintas ciudades de la Argentina, desde San Juan, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Domínguez, y el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), Martín Hinojosa , anunciaron el lanzamiento de “Vino Cercano”, nueva modalidad de expendio en envases retornables.
A partir del expendio de vino en envase retornable y en botellones, el programa incorpora los conceptos de las tres R (Reutilizar, Reciclar y Reducir), destacó el INV en una publicación en Twitter.
Al respecto, el presidente del INV, Martín Hinojosa, dijo en Télam que se trata de “un anhelo y un pedido de muchos productores artesanales, cámaras y bodegas vinculadas al enoturismo que permitirá acercar consumidores al vino, reduciendo costos, llegando en forma directa al consumidor, al entorno social donde se produce y que además contribuye a reducir el impacto ambiental de los procesos”.
El INV abrirá un registro de las bodegas , bares y tiendas de vinos que deseen adherir al sistema cumpliendo con los requisitos que marca la nueva resolución. Para anotarser elaboradores de vinos desde artesanos hasta bodegas y comercios adheridos al sistema de barriles de aluminio según la flamante normativa.
Además, consideró que la declaración del vino como la bebida nacional significó “un reconocimiento al valor cultural que tiene el vino y la vitivinicultura, y a su rol en la identidad de los argentinos”.
En ese sentido, el presidente del Fondo Vitivinícola, Bernardo Lanzilotta, resaltó que “conseguir la declaración del vino como Bebida Nacional fue una importante muestra de la capacidad de gestión del sector para articular y lograr resultados en el encuentro entre lo público y lo privado”.
Tras un proceso de diálogo y articulación entre el sector vitivinícola y el Ministerio de Agricultura de la Nación, el 24 de noviembre de 2010 la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner firmó el Decreto 1800 que declaró al vino como la Bebida Nacional. Más tarde, en 2013, el decreto se reafirmó en la Ley 26870 aprobada por unanimidad en ambas cámaras del Congreso.
La declaración del vino como Bebida Nacional fortaleció la articulación público-privada a partir de una agenda abierta de trabajo en la que se incluye el Plan Nacional para llegar a los USD1.000 millones de exportaciones de vinos fraccionados y en la suba de reintegros a las exportaciones en más de 100% para el vino fraccionado y granel, jugo de uva concentrado o mosto y espumantes.
Con información de Telam,