Desde finales del mes de abril, la economía argentina ha registrado una serie de shocks externos e internos que desembocaron en una fuerte depreciación del Peso, aceleración de la inflación y contracción del nivel de actividad.
El Instituto de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires elaboró un informe denominado “Cambios en derechos de exportación: efectos sobre las campañas agrícolas 2018/19 y 2019/20”. Entre sus resultados se destacan la retracción del área sembrada de 1,1 millones de hectáreas para la campaña 2019/20; y pérdidas en términos de valor bruto, valor agregado y exportaciones netas de 5.055 millones de dólares (M de USD), 1.007 (M de USD) y 884 (M de USD) respectivamente para la campaña 2018/2019 y de 7.676 M de USD, 1.755 M de USD y 1.355 M de USD para la campaña 2019/2020. En términos recaudatorios se estimó un aporte adicional de 1.991 M USD en 2019 y de 2.201 M USD en 2020.
Con el objetivo de adelantar la consolidación de los desequilibrios de las cuentas públicas, el gobierno nacional modificó el esquema de alícuotas a las exportaciones a través del decreto 793/18 del 3 de septiembre de 2018. El decreto impone un derecho de exportación (DEX) de 12%1 sobre la totalidad de los bienes y servicios vendidos al exterior hasta el 31 de diciembre de 2020. Asimismo, el decreto establece que el DEX no podrá exceder los $4 por cada Dólar Estadounidense del valor imponible o del precio oficial FOB, para un conjunto de bienes, entre los que se encuentran la soja y sus derivados, maíz, trigo y girasol.
Para el caso del complejo sojero, además se unificaron las alícuotas ya existentes para granos, aceite y harina en 18%, eliminándose el diferencial de alícuotas que favorecía la molienda doméstica. Con anterioridad al 3 de septiembre, el grano registraba una alícuota de 26%, en tanto que aceites y harinas eran afectadas por alícuotas de 23%. De esta manera, la soja y sus subproductos registran una alícuota efectiva de 28% compuesta por el derecho de exportación del 18% y el 10% restante que surge del nuevo esquema que pauta el pago de $ 4 por dólar exportado.
En el informe a cargo del economista Jefe, Agustín Tejeda Rodriguez se destaca que esta eliminación del diferencial de retenciones entre la soja y sus subproductos, se aplica en un contexto sumamente adverso para la molienda de soja argentina. La guerra comercial entre Estados Unidos y China, provoca que el gigante asiático busque reemplazar sus compras de soja americana con granos provenientes de Argentina y Brasil. Por consiguiente, se incrementa la competencia por el poroto en una campaña marcada por una menor oferta debido a los efectos negativos de la sequía. El consecuente aumento del precio FOB de Argentina en comparación con el estadounidense, reduce el margen de molienda local y aumenta la capacidad ociosa de la industria.
Asimismo, los cambios en las alícuotas modificaron las rentabilidades relativas entre cultivos beneficiando al cultivo soja por sobre el maíz y el trigo: la implementación del decreto 793/18 significó un incremento de 2 puntos porcentuales (p.p.) en la alícuota a la soja, pero de 10 p.p. al trigo y al maíz en comparación con la situación previa (ver Gráfico).
Gráfico Nº1: Derechos de exportación efectivos antes y después del Decreto 793/18
Dado que la nueva normativa se adoptó al inicio de la ventana de siembra de la cosecha gruesa, tiene un impacto en las decisiones de los productores en materia de área y adopción de tecnología, incluso para la campaña 2018/19.
La estimación de los impactos de la implementación del decreto se realizó en dos etapas. En una primera instancia, utilizando el modelo Peatsim-Ar se estimó el área sembrada, lo volúmenes producidos y exportados, el volumen de molienda y los precios bajo dos escenarios: un escenario denominado “Post-Decreto” que contempla las modificaciones de la norma en cuestión, y un escenario alternativo llamado “Pre-Decreto” utilizado como contrafactual donde las alícuotas al comercio exterior son las vigentes al 31 de agosto de 2018. Posteriormente, aplicando el modelo de Producto Bruto Agroindustrial se estimaron los impactos de los nuevos niveles de producción en materia de valor agregado y recaudación impositiva.
Gráfico Nº2: Cadena de valor de cultivos agrícolas
Dado que gran parte de las decisiones de siembra para la campaña 2018/2019 ya se encontraban tomadas para el momento que entran en vigencia las nuevas medidas (trigo y maíz temprano), la campaña 2019/2020 será la que refleje en toda su dimensión el nuevo esquema de incentivos. Por esta razón, se presentan resultados diferenciando la campaña 2018/2019 de la 2019/2020.
Campaña 2018/19
Como resultado de las simulaciones, se observa que a partir de la aplicación del decreto 793/18 se produce una disminución del 0,3% del área sembrada y una reasignación entre los distintos cultivos. En comparación con lo que hubiese sucedido en el caso de no tomarse la medida, el área asignada a la soja aumentaría hasta alcanzar los 17,9 millones de hectáreas, mientras que el resto de los granos disminuiría, siendo el principal perjudicado el maíz (-3,9%).
En términos de Valor Agregado, se observa que el Producto Bruto generado por las cuatro principales cadenas en el escenario Post-Decreto alcanzaría los 30.378 millones de dólares. Esto implica una disminución de 1.007 millones de dólares, un 3% menos de lo que se podría haber obtenido bajo el antiguo esquema de retenciones. Si se mide como porcentaje del PBI que el FMI proyectó en octubre para toda la economía en 2019, la perdida sería de un 0,2% del PBI.
Debe notarse que este análisis solo contempla los efectos directos, por lo que el impacto macroeconómico final sería bastante mayor si se incluyen las interacciones con el resto de los sectores de la economía. Por el lado de las exportaciones netas, las pérdidas alcanzarían también un 3%, al pasar de 26.142 en el escenario contrafáctico a 25.258 millones de dólares en el base.
A partir de la eliminación del diferencial arancelario, se produciría una notable caída de las cantidades exportadas de subproductos de soja, mientras que se incrementarían las de grano que superarían los 15 millones de toneladas en el escenario Post-Decreto. Por su parte, la recaudación fiscal se vería incrementada en un 24% y alcanzaría los 10.167 millones de dólares. Esta cifra se encuentra explicada por el aumento vía derechos de exportación. No obstante, mientras lo recaudado por este impuesto aumentaría en 2.591 millones de dólares, la recaudación total lo hace en una cuantía menor dada una disminución en lo recaudado por otros impuestos.
Por consiguiente, el incremento de la presión impositiva generaría que el Estado aumente su participación sobre el valor agregado total en 7 puntos porcentuales, quedándose con un 33% del Producto Bruto Agroindustrial, y posicionándose como el agente que mayor participación obtendría. En segundo puesto se ubicarían los productores, que luego de una disminución de 6 pp en su participación, debido a la disminución en el precio recibido generada por el nuevo impuesto, obtendrían un 26% del PBA.
Campaña 2019/20
Para la campaña 2019/20 los efectos del nuevo esquema de derechos de exportación cobran mayor relevancia, ya que, a diferencia de la campaña 2018/19, impacta de lleno en la decisión de siembra de todos los cultivos. De esta manera, el área sembrada alcanzaría los 32,23 millones de hectáreas, mientras que bajo el esquema impositivo anterior podría ubicarse en torno a los 33,31 millones. El área se reduciría un 3,2%, ya que todos los cultivos se verían afectados, aunque se destaca el maíz que perdería un 5,3%.
En consecuencia, el PBA de las cuatro principales cadenas alcanzaría los 31.434 millones de dólares. Esto implica una reducción de 1.755 millones de dólares respecto del valor agregado que se podría obtener bajo el esquema previo de retenciones. Esta pérdida equivale al 0,4% del PBI proyectado para 2020. Pese a que el valor agregado se encontraría negativamente afectado por el cambio regulatorio, la contribución del agro en materia fiscal se incrementaría sustantivamente. Para la campaña 2019/20, se recaudarían 2.201 millones de dólares extra, siendo los derechos de exportación el único impuesto que fundamenta este incremento.
Para el total de las dos campañas analizadas, la recaudación por retenciones aumentaría un 92% (+5.445 millones de dólares), en comparación con lo que se hubiese recaudado bajo el esquema previo. La recaudación total, por su parte, lo haría en 4.192 millones. Esto convierte al Estado en el actor con la mayor participación en el valor agregado generado por estas cadenas. Como contrapartida, la medida tendrá impactos negativos sobre el área sembrada, la inversión por hectárea, la producción, la molienda y las exportaciones.
La reducción del área sembrada en la campaña 2019/20 podría alcanzar el millón de hectáreas. Para la suma de las campañas 2018/19 y 2019/20 el Producto Bruto Agroindustrial sufriría una disminución de 2.762 millones de dólares. En otras palabras, como consecuencia de los cambios la economía argentina resignaría 0,2% y 0,4% de crecimiento durante los años 2019 y 2020. En términos de exportaciones netas, la pérdida es de 2.239 millones de dólares.