Ante el reporte de un foco de Influenza aviar (IA) por parte del servicio sanitario de Chile y con el fin de evitar el ingreso del virus a la Argentina, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) recomienda a los productores, profesionales, técnicos y personas ligadas a la avicultura, cumplir estrictamente las medidas sanitarias de prevención establecidas. Nuestro país está reconocido como libre de la enfermedad.
Ayer, el Servicio Agrícola y Ganadero de Chile (SAG), en su página web reportó un foco de influenza aviar en un plantel de pavos en la región de Valparaíso. Hasta el momento determinó que se trata de un virus de baja patogenicidad que pertenece al subtipo H7 de declaración obligatoria ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE). Al mismo tiempo, está trabajando para eliminar el foco y erradicar la enfermedad, que puede afectar a especies avícolas tanto silvestres como domésticas.
Al respecto, el organismo chileno dispuso el sacrificio de 350 mil pavos de Sobrapaval. A CNN el jefe de la división protección pecuaria del SAG, José Ignacio Gómez dijo que “hemos tenido en el mundo focos de esta enfermedad que son muy severos y otros que no tienen ningún tipo de mortalidad. Tenemos indicios de que puede ser de los virus menos nocivos, independiente de eso tenemos que hacer la descripción del virus y aunque sea de baja patogenicidad, asegurarnos de que no exista ninguna probabilidad de que esto se disemine”.
Una de las posibilidades del ingreso de la enfermedad es la migración de gaviotas infectadas, “Chile recibe muchos flujos migratorios de aves de varias partes del mundo y por eso siempre estamos haciendo estudios. Tenemos durante todo el año un sistema de monitoreo, así que si llega un ave con el virus nosotros tenemos montado un sistema muy grande de monitoreo para esta enfermedad con la idea de que apenas se detecta algo se activan las alertas y los sistemas de control. Lo importante es reaccionar lo más rápido posible”, indicó el jefe de la división de protección pecuaria del SAG.
En este contexto, el Senasa solicita a nivel nacional extremar las medidas de prevención en granjas, empresas y establecimientos avícolas, para evitar el ingreso del virus a la Argentina, donde nunca se detectaron casos en aves domésticas industriales ni de traspatio.
Para ello, el Organismo recomienda fortalecer las medidas de bioseguridad en las granjas avícolas: reforzar los controles de ingreso a las mismas (minimizar visitas y presencia de extraños al establecimiento), impedir el ingreso de otros animales, instalar o controlar el correcto funcionamiento de pediluvios y rodaluvios con su respectivo desinfectante, controlar moscas y roedores, utilizar o instalar las compostas debidamente y no arrojar guano o aves muertas fuera de la granja.
Asimismo, resulta fundamental evitar el contacto de gallinas y pollos con aves silvestres, colocando alambrados de malla antipájaros en las granjas de postura y reparando aquellas protecciones que lo necesiten.
Además, es conveniente restringir los viajes y visitas a granjas avícolas de Chile por parte de profesionales ligados a la avicultura. En caso de que fueran imprescindibles, al regresar a la Argentina se debe evitar el ingreso a las granjas al menos durante una semana.
El Senasa suspendió todo tipo de importaciones de productos avícolas y de aves vivas provenientes de Chile y está reforzando los controles de vehículos y personas en los pasos fronterizos con dicho país.
Es imprescindible notificar al Senasa cualquier caso de enfermedad detectada en las aves con signos compatibles con la influenza aviar o en caso de elevada mortandad no justificada por otras causas.
Esta enfermedad se encuentra incorporada al grupo de enfermedades a las que refiere el artículo 4° de la Ley N° 3959, de Policía sanitaria de los animales. Por lo tanto, son de aplicación para ella las regulaciones previstas en esa ley, entre las que se incluye la denuncia obligatoria, la interdicción preventiva ante la presencia de sospechas o casos de IA y la vigilancia epidemiológica.