Con esta Ley sancionada de autoría del senador Darío Díaz Pérez, la primera en este tema en toda la Argentina, se debe incorporar de manera permanente en las publicaciones, ediciones gráficas y/o audiovisuales y en los actos públicos de gobierno, de los tres poderes de la Provinca de Buenos Aires, el término Dictadura Cívico-Militar, y el número 30.000 junto a la expresión “Desaparecidos”!, cada vez que se haga referencia al accionar genocida en nuestro país durante el 24 de marzo de 1976 al 9 de diciembre de 1983.
Díaz Pérez fundamentó esta Ley sancionada porque la dictadura implantó el “terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina” como dijera Rodolfo Walsh en su Carta Abierta de un escritor a la Junta Militar poco antes de su asesinato y desaparición, a los fines de imponer un modelo de acumulación con lo financiero en el centro, de apertura económica, disminuyendo el Estado social, avanzando hacia la concentración económica.
El golpe se instauró mediante la violencia estatal y paraestatal, y fue la instancia más reciente de un proceso de alternancia de dictaduras militares y democracias restringidas durante el siglo XX, donde las FFAA fueron actores de poder clave (golpe del año 1930-1932, el del año 1943-1946, la “revolución libertadora” del año 1955-1958, luego el de los años1962-1963 y 1966-1973).
El régimen militar que toma el poder en 1976 fue la expresión más álgida en ese proceso histórico al cristalizar un verdadero genocidio. El objetivo fue instaurar el modelo de país mencionado, para lo cual se hacía necesario eliminar al activismo social, desmantelar la organización popular, disciplinar a la sociedad y vaciarla hasta de su propia memoria, lo que requirió poner la totalidad de las instituciones del Estado al servicio del terror.
En 1983, con la vuelta de la Democracia y la valiente decisión del Presidente Dr. Raul Ricardo Alfonsin, de llevar a cabo el Juicio a las Juntas Militares en 1985, se inicio el proceso de memoria, Verdad y Justicia, con aquel inolvidable Nunca Mas, que vivio su momento mas trascendental y significativo con aquella orden de bajar los cuadros de los represores mas identificados con la desaparición, muerte, tortura y apropiación de bebes, que encabezara el Presidente Dr Nestor Carlos Kirchner, y una política de Derechos Humanos que fuera ejemplo y obtuviera reconocimientos innumerables a nivel mundial.
El “negacionismo”, término acuñado para la negación del genocidio perpetrado por los nazis a la población judía y restantes minorías durante la segunda guerra mundial, se ha extendido a la negación de los genocidios en general.