Desde Confederaciones Rurales Argentinas alertó sobre la «situación extrema y delicada» del productor integrado de pollos, el cual se encarga de criar a los pollos BB desde su nacimiento hasta aproximadamente 50 días.
Antes del nacimiento del pollo existe un proceso de incubación de 21 días que se realiza en establecimientos de la empresa integradora. El otro tramo productivo en donde interviene la empresa integradora, es en el proceso final o de faena hasta poder despachar el pollo para su consumo.
Según CRA, todo el proceso tarda aproximadamente 72 días, de los cuales la etapa que requiere mayores cuidados (crianza), está en manos del productor integrado de pollos. Este periodo implica el 70% de todo el tiempo empleado en el proceso de obtención del pollo de consumo.
El alimento balanceado que se le brinda a los pollos, cuyos componentes son un 60% de maíz y un 20% de soja, solamente representan un 27,73% del valor de venta del pollo vivo. En tan solo un año, el precio del ave aumentó un 198% en un año, mientras que para el productor de Buenos Aires se incrementó un 47,96% y el de Entre Ríos un 35,71%.
La Comisión de Avicultura de CRA, explicó por qué no se invierte en la renovación y/o ampliación de las instalaciones de cría: “Se lo debe atribuir directamente a que el productor constantemente es descapitalizado con el pago que se le otorga por la crianza de los pollos, el cual en ciertas épocas del año no alcanza para cubrir los costos de producción”.
Para la época invernal se gastan aproximadamente 0,3 lts. de gas por pollo, $12,56, más el sueldo de los empleados con cargas, es por pollo de $8,29, lo que sólo en estos dos ítems $20,85 (se recuerda que el precio por pollo cobrado es de $21), a estos costos hay que agregar los costos de combustibles, gastos administrativos y bancarios, energía eléctrica, entre otros.
El cobro se realiza a los 60 días de entregada la crianza, por lo que desde el momento que se produce el mayor gasto (el mayor consumo de gas se produce al principio de la crianza), hasta el momento que se recupera los mismos mediante cobro de crianza, pasan entre 90 a 110 días, que debe financiar el integrado en su mayor parte.
La entidad confederada detalló que “aunque haya líneas de créditos blandas ningún productor las toma, simplemente porque no las puede pagar” y recalcó que “no existe ningún contrato formal entre partes, que hagan al cumplimiento de obligaciones por ambas (empresa y productor integrado), lo cual hace a la inestabilidad de la relación. La empresa puede decidir no entregarle pollos al retirar la última crianza, mientras que el productor al tomar un crédito se obliga a su devolución, independientemente de que crie o no pollos, por supuesto garantizando la devolución del mismo hipotecando su propiedad”
Proyecto de Ley
Destacaron que hace más de un año que fue presentado en la Cámara de Diputados de la Nación un proyecto de Ley de integración, en la cual se establecían ciertas pautas a cumplir por ambas partes (Empresa y Productor Integrado), que le otorgaba ciertas seguridades al productor a fin de que pudiera tomar compromisos a futuro (solicitud de créditos). El diputado que tramitó la misma en primera instancia, cesó en su cargo a fines del año 2019.
Tiene como objetivo “definir para ambas partes, responsabilidades, incertidumbres, ganancias y también pérdidas, por las que pudiera estar atravesando la actividad en una situación coyuntural. Conclusión sería un incentivo para el desarrollo de la avicultura y no un freno”.
Por el lado de la falta de inversiones, la entidad explicó que la mayoría de los elementos empleados en la construcción de los galpones y su equipamiento interno, para cría de pollos parrilleros tienen su valoración en dólares lo que conlleva a la variación de su precio entre la divisa oficial y el “blue”. «Es por todo esto que productor integrado de pollos se encuentra en una situación extrema y delicada«,