Se recomenzó la siembra pero volvió a detenerse la actividad ante el regreso del mal tiempo. Las intenciones siguen firmes y claras, se sumaría entre un 5 y un 10% más de trigo en la región.
Sin embargo las evaluaciones que se han hecho del estado de los lotes empiezan a bajar de la línea de largada a numerosos cuadros. Por no disponer de piso para ser reacondicionados o por napas acechando a medio metro de la superficie o caminos que imposibilitan su acceso o por “demasiados enmalezados” para su siembra, el trigo pierde posibilidades. Superados los chaparrones y lloviznas, llegan días de tiempo más estable.
Con temperaturas en descenso, viento del sur y la llegada de una masa de aire frío se esperan las primeras heladas del año. La última semana de mayo traerá consigo mejores condiciones para terminar la cosecha, comenzar barbechos y poner primera en la siembra triguera.
Esta semana el agua empezó a cobrarse algunos de los primeros lotes que estaban implantados por problemas de podredumbre. En Santa Fe, en la campaña anterior, la línea roja que marcaba las situaciones graves de excesos pasaba por la autopista Rosario-Córdoba, de allí hacia el norte estaba lo peor. Ahora es al revés, yendo hacia el extremo sur de la provincia, cómo hacia Labordeboy —que alcanzó ya los 997 mm— están los problemas más importantes de la región núcleo junto con el noreste de Buenos Aires. Pero también buena parte del noroeste bonaerense está muy complicado. En estas áreas, los canales corren rebalsados por los excesos de agua y las napas están en niveles críticos. Esta es el área donde más peligra concretar las siembras de trigo. Aunque se sigue manifestando la necesidad de afianzar el trigo, el cultivo de maíz empieza a asomar como opción de reemplazo.
En el resto del área, los problemas no son menores. La carga de humedad es muy alta. Hay napas a medio metro de la superficie. El problema es acumulativo, las napas no dejan de cargarse desde los últimos años. De todas maneras, la apuesta sigue haciéndose al cultivo. Tratará de sembrase empleando todos los medios posibles para sumar entre un 5 y 10% al hectareaje del año pasado. ¿Se logrará? En la región el desafío se ha tomado como algo muy importante. Buenos Aires con lluvias y cosecha pendiente Aunque las precipitaciones se presentaron en toda la región, se concentraron sobre el norte bonaerense. En Chacabuco totalizaron 45,2 mm, seguido de Rojas con 42,8 mm y Ramallo con 40 mm. Con la cosecha de soja casi finalizada en la región núcleo, sigue el retraso en el norte de Buenos Aires. Allí resta aún un 5% de soja de primera y un 20% de la de segunda. En las demás áreas solo extremo sur de la provincia, cómo hacia Labordeboy —que alcanzó ya los 997 mm— están los problemas más importantes de la región núcleo junto con el noreste de Buenos Aires. Pero también buena parte del noroeste bonaerense está muy complicado. En estas áreas, los canales corren rebalsados por los excesos de agua y las napas están en niveles críticos. Esta es el área donde más peligra concretar las siembras de trigo. Aunque se sigue manifestando la necesidad de afianzar el trigo, el cultivo de maíz empieza a asomar como opción de reemplazo. En el resto del área, los problemas no son menores. La carga de humedad es muy alta. Hay napas a medio metro de la superficie. El problema es acumulativo, las napas no dejan de cargarse desde los últimos años. De todas maneras, la apuesta sigue haciéndose al cultivo. Tratará de sembrase empleando todos los medios posibles para sumar entre un 5 y 10% al hectareaje del año pasado. ¿Se logrará? En la región el desafío se ha tomado como algo muy importante.
Buenos Aires con lluvias y cosecha pendiente
Aunque las precipitaciones se presentaron en toda la región, se concentraron sobre el norte bonaerense. En Chacabuco totalizaron 45,2 mm, seguido de Rojas con 42,8 mm y Ramallo con 40 mm. Con la cosecha de soja casi finalizada en la región núcleo, sigue el retraso en el norte de Buenos Aires. Allí resta aún un 5% de soja de primera y un 20% de la de segunda.