Se estrenó Estado de Shock, la obra de teatro que se presenta en la coqueta sala del Teatro Código Montesco (Gorriti 3956, CABA), los sábados a las 21.30. La pieza dramática con dramaturgia y eficiente dirección de Martín Arias y una puntillosa y cuidada producción de Ingrid Ross, más que un policial, es una historia de superación y resiliencia.
La obra es una propuesta audaz y todo un desafío para la puesta en escena de una historia policial que además mantiene en forma permanente, su cuota de intriga y que mantiene al espectador, en la expectativa para la siguiente escena y que mantiene la atención hasta el último minuto. Un permanente estado de alerta es necesario para unir las piezas del rompecabezas y así descubrir la verdad.

Una escenografía sencilla pero eficiente que logra sectorizar las escenas y con apenas un solo movimiento, logra ubicar a los actores y permite al público seguir el texto, sin distracciones; a esto se suma un juego de luces que acompaña a un elenco numeroso y cada uno de los personajes encaja en la historia y que prepara el camino hacia la resolución del caso y un trabajo de dirección y actoral superlativo y de gran entrega de esta cooperativa de actores, director y productora que
surge de un “semillero” de los grupos que el teatro alberga.
En el devenir de las escenas, aparece de a poco la historia que se cuenta de a poco, pero con firmeza, de tal manera que el interés no decae, sino que se acrecienta, mientras aparecen los personajes, todos ellos muy perfilados y con un cambio de vestuario que los termina de perfilar y que le brinda a la obra un brillo y un color que los define y los instala de frente al público y no quedan dudas; no existen las ambigüedades. Están allí inmersos en un relato atrapante.
Todo comienza con una escena impactante y se deja entrever una llamada al 911 que hace un extraño de un joven pidiendo ayuda y a partir de allí se inicia la narrativa de este policial que indica, de a poco, como la policía y la fiscalía “de turno” encuentra a un hombre asesinado de 20 puñaladas. Su esposa en estado de shock, paralizada, bañada en sangre y con un cuchillo en la mano. El hermano de la mujer, cobra un papel determinante, pero en contadas apariciones, va revelando la verdad de lo sucedido y que pondrá punto final en forma impactante. Mientras la mujer –principal sospechosa- afirma no recordar casi nada, su hermano, un joven autista, camina desesperadamente por el living balbuceando palabras incomprensibles. Ella solo sabe que amaba a su marido.

La aparición de los personajes, con su versión de la historia “de oídas” anuncia que no todo es lo que parece y todos cuentan o necesitan contar cuan es la realidad. Una obra que deja al descubierto roles sociales que aquí están en evidencia: la justicia y sus agentes, los medios de comunicación, que habla de nuestros miedos y el valor que se necesita para vencerlos. Porque “vivir con miedo es como estar muerto”. El mensaje: siempre es mejor enfrentar la realidad por más que duela. Una obra altamente recomendable y siempre podemos cambiar, sobre todo cuando no queda nada por perder. Una obra para ver y disfrutar; altamente recomendable.
El elenco lo componen: Alejandro Mel, Claudia Valenzuela, Claudio Cid, Eliana Bisagne, Guadalupe Pérez, Gustavo Gilberto, Laura Proto, Leandro Bara, Leandro Santillán, Leonardo Salom, Lourdes Ayarde, Ludmila Magnone. La dirección y dramaturgia de Martín Arias y la producción de Ingrid Ross. Diseño De Iluminación: Martín Arias. Dirección de arte y diseño gráfico: Yuruani Rodríguez. Asistencia de dirección: Eliana Bisagne.