Desde Federación Agraría expresaron que “desde hace meses, y pese a que los funcionarios muchas veces intenten instalar ante la sociedad lo contrario, los productores agropecuarios no somos formadores de precios. De hecho, somos junto a los consumidores los dos eslabones más afectados por el impacto de la inflación que nos golpea, sin que quienes nos gobiernan logren atenuarlo”.
Por ello, en el marco de las actividades la entidad federada de 109 años de vida realizaron un informe, en el que demostraron, “lo poco que percibimos por nuestras producciones, y la enorme diferencia entre ese monto y el que pagan los consumidores en góndola”.
En el informe tomaron artículos de las economías regionales que forman parte de la canasta básica de alimentos (leche, huevos, manzanas rojas, peras Wiliams, arroz, papa negra, azúcar y cebollas) para calcular “el poder adquisitivo de un billete de $1.000 (el de más alta denominación), en el campo y en la góndola. Claramente, las cifras son contundentes y demuestran que no sólo no somos formadores de precios, sino que los productores somos los más castigados por la inflación, en un contexto donde producimos especialmente para el mercado interno”.
La brecha entre lo que recibe el productor y lo que paga el consumidor se observa en la fruta por ejemplo el kilo de manzana en finca se paga $25 y el consumidor abona $200. Otro ejemplo es el de la cebolla, los consumidores pagan el kilo $89,90 (con $1.000 podrían comprar alrededor de 12 kilos) , y al productor le pagan $5.
