Se inició hoy la 9º Reunión Hemisférica Occidental del Grupo de Trabajo Moscas de la Fruta en el Auditorio Buenos Aires, ubicado en el barrio de Recoleta, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Contó con la presencia del secretario de Agricultura, Ricardo Negri; el vicepresidente del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Guillermo Rossi; el presidente del Comité Internacional del Grupo de Trabajo Moscas de la Fruta, Pablo Liedo, y el director nacional de Protección Vegetal del Senasa, Diego Quiroga.
“La mosca representa una plaga que produce un daño directo en la producción frutícola porque pican el fruto, ponen sus huevos y las larvas que nacen de ellos se alimentan directamente del fruto”, explicó a Télam la directora de Sanidad Vegetal del Senasa, Wilda Ramírez.
La especialista remarcó que la mosca de la fruta representa un riesgo serio tanto para Argentina como para la región y que “sólo en el noreste argentino, sobre todo en lo que respecta a las zonas frutícolas, el 20% de la producción se pierde producto de la acción del insecto, lo que afecta seriamente la competitividad”.
En el acto de apertura al evento internacional, Rossi sostuvo que “la Argentina es un importante productor y exportador de frutas frescas y con el objetivo de resguardar esa posición, el Programa Nacional de Control y Erradicación de Mosca de los Frutos que llevamos adelante -junto con provincias y organizaciones no gubernamentales- tiene bajo monitoreo y control más de novecientas mil hectáreas y más de mil doscientas personas que trabajan en forma integrada e interinstitucional”, aseguró el vicepresidente del Senasa.
El Vicepresidente agregó que “sabemos los daños que genera la mosca de los frutos; por eso para llevar adelante este Programa es imprescindible trabajar en forma coordinada y complementándonos en las regiones”. Finalmente, saludó la “importante cantidad de personas que asisten a este encuentro” y les deseó “un buen trabajo durante estos cinco días”.
Por su parte, el secretario de Agricultura de la Nación, Ricardo Negri, subrayó que “aprender cada vez más sobre las consecuencias de la plaga es fundamental. Construir los vínculos entre diferentes países debe ser el camino, así como también generar ideas innovadoras”.
A su turno, Quiroga sostuvo que “no puede haber programas nacionales de control de mosca de los frutos sin una fuerte base científica que dé sustento a las medidas fitosanitarias que definen los servicios sanitarios nacionales”.
Además, el director nacional de Protección Vegetal del Senasa, consideró que “la investigación tanto básica como la aplicada a las acciones de control son las herramientas que contribuyen con un impacto positivo en el sector productivo relacionado con las frutas hospederas de esta plaga; como también para la estrategias de intervención que definen los gobiernos”.
Antes, el presidente del Comité Internacional del Grupo de Trabajo de Moscas de la Fruta, Pablo Liendo, agradeció al Senasa “por el arduo trabajo que llevó organizar este importante encuentro internacional” y destacó que “esta actualización nos sirve para darnos cuenta del crecimiento científico y tecnológico que han tenido los trabajos para combatir la plaga”.
En el encuentro -que se extenderá hasta el 21 de octubre- unos 300 científicos, académicos, especialistas en el manejo de moscas de la fruta y representantes de organismos nacionales de protección fitosanitaria (ONPF) e industrias de distintos países del continente compartirán los últimos descubrimientos, identificarán necesidades y promoverán nuevas tecnologías para combatir la plaga.
Las moscas de la fruta son un importante problema para la fruticultura en todo el mundo, ya que ocasionan pérdidas en cantidad y calidad de fruta y provocan que los mercados internacionales impongan restricciones cuarentenarias al ingreso de productos como peras y manzanas.
En la Argentina el Senasa coordina el Programa de Nacional de Control y Erradicación de Moscas de los Frutos (PROCEM), sobre 457.000 ha reconocidas como áreas libres, 306.300 ha de baja prevalencia y 309.800 ha bajo control. El plan estratégico del PROCEM está integrado por un sistema de vigilancia permanente basado en el trampeo y muestreo de frutas; un componente de control conformado por herramientas culturales, químicas, biológicas, autocida y cuarentenario además de contar con planes de emergencia para actuar en forma rápida y eficaz ante la detección de ejemplares de C. capitata y A. fraterculus, u otra especie no-nativa, y un programa de divulgación para concientizar a la población sobre los beneficios del programa. Lo anterior ha permitido incrementar la producción y competitividad del sector frutihortícola, acceder a mercados con restricciones cuarentenarias, y contribuir de manera significativa al desarrollo de las economías regionales.
Más información en su sitio web: http://9twwh.senasa.gob.ar/es