Inundaciones y macroeconomía conforman un cóctel complejo para el campo en estos días. Las lluvias que ya generan fuertes pérdidas en las ciudades estrangulan al campo. En 54 partidos de la provincia de Buenos Aires no se puede transitar por los caminos rurales y en muchos de ellos es impensable sacar producción. Para paliar la situación, el gobernador Daniel Scioli decretó la Emergencia Hídrica de la Provincia en medio de un fuego cruzado en el que los productores le recriminan al Estado haber recaudado más de $ 10 mil millones en los últimos doce años a través del Fideicomiso de Infraestructura Hídrica y haber hecho muy poco con las obras necesarias. Los datos de la Unidad de Coordinación de Fideicomisos de Infraestructura (Ministerio de Economía de la Nación) indican que desde 2002 hasta julio de 2015, el fondo recaudó $ 10.388 millones. Recién aterrizado de su viaje relámpago a Italia, el candidato presidencial por el Frente para la Victoria afirmó que hay cerca de 2 mil evacuados y 4 mil autoevacuados en Buenos Aires, principalmente en los distritos que viven una crítica situación por la lluvia: Luján, San Antonio de Areco, Salto, Mercedes, Pilar y Arrecifes. Al ser consultado por las obras realizadas sostuvo que “lo más importante es atender a la gente”, por lo que aseguró que “no es momento de hacer un inventario de las obras que hicimos”.
Por otra parte, el miércoles pasado en conferencia de prensa, la mesa de enlace, ahora tripartita, anunció un cese de comercialización que se iniciará el lunes 24 de agosto indicaron los dirigentes. Explicaron que la macroeconomía muestra una inflación constante, de las más altas del mundo, y los costos van a la hora 0 y finalizará a las 24 del viernes 28 de agosto. “La medida de fuerza abarca la comercialización de granos y de todo tipo de ganado en pie, quedando excluidas del cese las producciones de las zonas afectadas por las inundaciones, y la comercialización de productos perecederos”, siguiendo esa inflación. “Trabajamos con mercados intervenidos, ROEs para la ganadería, los granos y los lácteos, que impiden la normal comercialización y el funcionamiento de los mercados, falta de inversión en infraestructura y la asfixiante presión impositiva, tienen sumida a la producción en un estado desesperante, que moviliza a los productores a tomar medidas de fuerza”, indicaron.
Santa Fe también vive horas preocupantes. El vicepresidente de Carsfe (Confederación de Sociedades Rurales de Santa Fe) y dirigente de la Sociedad Rural de Venado Tuerto, Carlos Castagnani, reconoció que en la región “ya está cortada la cadena de pagos” en la actividad agropecuaria. El pueblo de Sanford es un caso –entre muchos– que se vuelve a repetir año tras año acentuándose con el fenómeno de El Niño y la presencia del cambio climático. A nivel productivo la situación es complicada porque es una zona principalmente granaria, y pueden perderse el trigo y el maíz en la región de Venado Tuerto y alrededores. “La situación es tan crítica que golpea incluso a los habitantes de las ciudades”, explicó a PERFIL Fermín Echeverría, tesorero de Carbap que estuvo en la reunión de emergencia agropecuaria. “Ahora estamos a la espera de que nos convoque Nación, entre el jueves y viernes próximo”, adelantó.
Fuente: Perfil